En medio de la crisis económica en Venezuela, celebraciones como el Día del Niño se ven afectadas como el resto de los aspectos de la vida cotidiana.
La redacción de El Nacional salió a la calle a vislumbrar el escenario para el próximo domingo, 21 de julio. Se encontró con que los padres siguen haciendo el esfuerzo por agasajar a los pequeños, pero “ya no es igual que antes”, dijeron.
Los elevados precios de los bienes y servicios, la disminución de espacios recreativos infantiles y la inseguridad han traído como consecuencia que el festejo del Día del Niño haya pasado de ser una tradición ampliamente extendida en todos los sectores sociales a un lujo que no todas las familias se pueden permitir, a juzgar por el ingreso mínimo, establecido en 40.000 bolívares.
Los padres encuestados acerca de cómo homenajearán a sus hijos pequeños afirmaron que intentarán que no pase por debajo de la mesa. Sin embargo, aseguraron que en esta ocasión no pueden ofrecerles tantos gustos a los niños como en años anteriores.
“Regalos o paseos. No se pueden ambos”
Algunos padres indicaron que lo ideal para celebrar con los niños es regalarles juguetes y llevarlos a pasear. No obstante, en una Venezuela en hiperinflación, han tenido que optar por una sola de las opciones.
Roberto Parra, padre de una niña de 11 años de edad, indicó que para una familia resulta cuesta arriba costear regalos y paseos: “Hay que elegir una sola cosa. O paseamos o le regalamos algo. No se pueden ambas cosas”.
En ello concordó la mayoría de los encuestados que, entre dar un regalo y llevar al niño de paseo, prefiere esta última debido a que “los juguetes están incomprables”.
Los juguetes más asequibles en varios establecimientos de Caracas superan los 50.000 bolívares. Otros, como balones, pueden sobrepasar los 200.000 bolívares, lo que equivale a 5 salarios mínimos. Si se trata de juguetes con elementos tecnológicos o videojuegos, los precios pueden superar los 100 dólares.
Sofía Rivero confirmó que si trata de obsequiar a su hijo de 9 años de edad, no le regala un juego sino algo que considere más necesario, como ropa, a diferencia de lo que hacía con sus dos hijos mayores.
“No se puede inventar mucho este Día del Niño porque hay que empezar a comprar los útiles y los uniformes para las clases del año que viene. Aun así, hago lo posible por darle un regalo a mi hijo y al menos llevarlo a comerse un helado”, agregó.
Luis De Olmos, padre de dos hijos de 12 y 8 años de edad, quien buscaba videoconsolas para ambos niños expresó que “con los precios de las cosas, la tradición de dar regalos se está perdiendo en Venezuela”.
El paseo es el obsequio
De Olmos rememoró años anteriores, cuando “paseaban, además de con los niños, la familia completa, porque se podía»: «Además, el paseo incluía varios lugares como cine, parque de diversiones, comida, helados, etcétera. Ahora tienes que elegir un solo lugar”.
Los encuestados denunciaron también que otros factores que perjudican la celebración son la disminución de los espacios recreativos y la delincuencia.
“Muchos lugares que uno visitaba con los niños han desaparecido o no pueden visitarse por la delincuencia. Lo más frecuente eran los parques de diversión y espacios de entretenimiento dentro de los centros comerciales, pero algunos han cerrado”, lamentó Maritza Bermúdez, madre de tres niños.
En lo que se refiere a los parques recreativos y espacios al aire libre, como el Ávila, los entrevistados coincidieron en que están muy deteriorados y a veces tomados por el hampa. Por ello, las principales opciones de paseo, dijeron, son el cine, restaurantes de comida rápida y el teatro, “cuando se puede costear”.
Opciones
Este 21 de julio estarán disponibles varias opciones cinematográficas, ya que en cartelera hay películas animadas. Los precios de las entradas para disfrutarlas oscilan entre 8.000 y 12.000 bolívares en 2D, y alcanzan hasta los 15.000 bolívares en 3D.
El teatro también ofrece opciones. Las entradas a las obras infantiles que se presentarán este domingo se cotizan a entre 42.000 y 130.000 bolívares.
En lo que se refiere a comida, el monto más asequible en un restaurante de comida rápida supera los 35.000 bolívares por niño.
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