La ciudad de Cabimas, en el estado Zulia, se posicionaba como la segunda más grande, y se encuentra ahora en la ruinas. El empleo escasea y los comercios de la zona cierran sus puertas ante las crisis venezolana.
Ezio Angelini, presidente de la Cámara de Comercio de Maracaibo, considera que el sector empresarial nacional se acerca a la quiebra como consecuencia del cierre masivo de comercios e industrias. «95% del comercio en Maracaibo está cerrado, y las pérdidas nacionales desde el sector ya suman 230 millones de dólares diarios por la paralización», indicó para ABC.es
La producción de crudo en el occidente del país se sitúa en alrededor de 220.000 barriles diarios, de acuerdo con datos de la Comisión de Energía y Petróleo de la Asamblea Nacional. La cifra supone una disminución de 75% con respecto al volumen de hace 10 años, cuando el fallecido presidente Hugo Chávez ordenó la nacionalización de las empresas de servicios del lago de Maracaibo. A partir de ese momento hubo una caída de la producción de Pdvsa de más de 650.000 barriles diarios.
No existen cifras oficiales, pero los sindicatos del sector señalan que cerca de 25.000 empleados de áreas operacionales clave, como ingenieros, geólogos, operadores de plantas, electricistas y mecánicos, entre otros, están renunciando para emigrar.
El Lago de Maracaibo llegó a tener, en momentos de máxima explotación, más de 450 pozos bombeando crudo, mientras la superficie estaba atestada de buques tanqueros, gabarras y lanchas de mantenimiento. Por otra parte, los constantes derrames de petróleo no solo contaminan el lago e impiden la reproducción de peces, sino que los vecinos de Cabimas deben convivir con los malos olores.
Pdvsa se ha convertido en la principal responsable del deterioro ambiental del lugar por la falta de mantenimiento de la infraestructura. La empresa carece de equipos y personal capacitado para abordar el problema.
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