La gasolina proveniente de Irán se comenzó a distribuir en el país el lunes 1 de junio y desde entonces muchos usuarios han denunciado el bajo rendimiento que han tenido sus vehículos abastecidos con este combustible.
La queja más común es que tras surtir los carros con esta gasolina y rodar unos cuantos kilómetros se genera un pistoneo o traqueteo en el motor al acelerar.
José Toro Hardy, exdirectivo de Pdvsa, explicó a La Prensa de Lara que, de acuerdo con información extraoficial que ha recibido, la gasolina que está llegando a las estaciones de servicio del país no cumpliría con los estándares de calidad que requiere la flota automotor del país. Presuntamente es de un octanaje menor a 91 y 95, ya que el régimen ha aplicado un proceso químico para tratar de rendirla.
«A mí me dicen que la gasolina que llegó de Irán es de un octanaje más alto que el que se produce aquí, porque el petróleo de Irán es muy ligero, sin azufre y por lo tanto refinarlo es muy fácil porque es de tan buena calidad que no requiere de mayor tecnología. Para rebajar el octanaje esa gasolina la mezclaron con una gasolina cruda, sin procesar y con nafta catalítica que tenían en la refinería de Amuay. El resultado fue una gasolina subestándar, que puede ocasionar un pistoneo o traqueteo en el motor que se produce al acelerar. Es lo que se maneja», destacó Toro Hardy.
Resaltó que la única forma de confirmar esta teoría es a través de unas pruebas fisicoquímicas.
Ylidio Abreu, diputado a la Asamblea Nacional por el estado Carabobo, señaló que la gasolina es de 87 octanos.
«La llegada de la gasolina iraní a Venezuela no es un triunfo, porque evidencia el desastre en el que esta gente ha vuelto al país. El octanaje está por debajo de lo que requiere el parque automotor nacional», expresó el diputado en Twitter.
Luis Hernández, director del Frente de Trabajadores Petroleros de Venezuela, explicó que la gasolina cuya materia prima es el petróleo crudo requiere componentes como butano, nafta, reformado, nafta catalítica, alquilatos y MTBE para su fabricación.
Hernández señaló que según fuentes internas de Pdvsa la gasolina es de 115 octanos y en el país la mezclaron con unos químicos hasta bajarla a 87 octanos.
«El octanaje es lo que le da la fuerza a los carros, la gasolina que llegó de Irán no pasó por ningún tipo de control de calidad, de supervisión, fue descargada y sacada rápido a la venta, sin considerar las consecuencias que podría ocasionar en la población, porque el gobierno improvisa», dijo.
Toro Hardy también advirtió que muchas estaciones de servicio estuvieron cerradas por varios meses y los tanques donde se almacena la gasolina pueden acumular agua y humedad. Si la gasolina fue descargada sin antes hacer el debido mantenimiento esto también podría provocar fallas en los vehículos.
«En los últimos dos meses las estaciones de servicio estuvieron cerradas, los tanques de esas gasolineras pudieron acumular agua o humedad que se ligó cuando la gasolina fue descargada. Es difícil dar más detalles porque, repito, se necesitaría un examen fisicoquímico para determinar la calidad de esta gasolina», indicó.