2022 tuvo un comienzo complejo para el mercado de las criptomonedas, sufriendo una de las caídas más importantes que han experimentado en más de una década. Con pérdidas de más del 50% en varios activos, cada vez existiría más desconfianza alrededor de estos volátiles pero innovadores activos.
Por este motivo, más y más personas estarían comenzando a buscar activos que sean seguros para invertir, teniendo no solo un amplio margen de «rebote», sino también un potencial latente que asegure del incremento en su valor y adopción de cara al mediano y largo plazo. Aquí señalamos 4 de los más atractivos:
Bitcoin (BTC)
El Bitcoin se mantiene como el activo digital más valioso del mundo, oscilando los $38.000 en pleno Crypto Crash. Aunque sea una de las monedas que más valor ha perdido, muchos siguen estimando que esta podría llegar hasta los $100.000 por unidad para finales del 2022, un crecimiento de casi 200% en tan solo un año.
Gracias a que cada vez más personas invierten en Bitcoin, ya sea mediante la compra y venta directa o los productos subyacentes, como los que ofrece immediate edge, la popularidad de este activo seguiría en ascenso, apuntando a un rebote con el que podría llegar a valer hasta $500.000 para mediados de la década.
Solana (SOL)
El token de Solana (SOL) es uno de los más atractivos del mercado debido al crecimiento en su capitalización total, ubicándose en el top 10 de criptomonedas en menos de 2 años. La promesa de esta criptomoneda radica en su capacidad de desarrollo y escalabilidad, convirtiéndose en uno de los principales competidores de Ethereum en cuanto a la creación de nuevas aplicaciones.
Cuenta con bases innovadoras, utilizando protocolos de participación y pruebas de historia para optimizar el funcionamiento de la cadena de bloques y la validación de información, un modelo híbrido que estaría ganando la atención de inversionistas particulares e institucionales.
Su precio actual es de $97 y se espera que llegue a más de $300 a finales de año.
Terra (LUNA)
Terra es un proyecto innovador que cuenta con un protocolo para unificar cadenas de bloques en las que se alojen criptomonedas estables (stablecoins) indexadas a dinero fiduciario. En teoría, esto brindaría un canal de pago donde los poseedores de distintas stablecoins puedan pagar, desde cualquier país, en una experiencia sin costuras.
El precio actual de su token, LUNA, es de $51 por unidad, con estimaciones que lo ubican por encima de los $110 para finales del 2022. Al igual que el token de Solana, LUNA se posicionó entre las criptomonedas con mayor capitalización de mercado en menos de un par de años.
Ethereum (ETH)
Finalmente, el ETH seguiría como uno de los activos virtuales más prometedores del mercado no solo por estar entre los más valiosos, sino también porque la cadena de bloques comenzaría a llevar a cabo un proceso de migración, de pruebas de trabajo (PoW) a protocolos de prueba de participación (PoS), volviéndose más ecológico en el proceso.
La migración, aunque podría llevar a una caída inicial en el precio, también tiene el potencial de incrementarlo de forma significativa a medida que más personas decidan adoptar el nuevo sistema. Ya que gran parte de los NFT funcionan dentro del ecosistema de Ethereum, esta transformación podría ser todo un éxito para la red y sus tokens.
El mercado de las criptomonedas es muy extenso, y estos 4 activos solo representan una parte del mismo, sin embargo, añadirlos a nuestro portafolio puede no solo mitigar las pérdidas en caso de caídas mayores en los precios, sino también generar rendimientos importantes de cara a un posible rebote.