Desde hace al menos una semana, el craqueador catalítico de Amuay, la refinería más grande de Venezuela, se encuentra detenido. Así lo informaron a Reuters el domingo cinco fuentes conocedoras del caso.
«En Amuay estamos feos (…) catalítica está abajo, parada para unas reparaciones», dijo un trabajador que habló bajo condición de anonimato por razones de seguridad.
Las fuentes no pudieron precisar qué estaban reparando exactamente, mientras que Pdvsa no respondió a la solicitud de comentarios.
La planta de craqueo catalítico fluido es la encargada de convertir hidrocarburos en productos livianos con mayor valor comercial, como es el caso de la gasolina y de la cual hay frecuentes períodos de escasez en el país.
Amuay y la refinería Cardón conforman el Centro Refinador Paraguaná (CRP), el más grande de Venezuela, con capacidad de convertir 955.000 barriles por día de crudo. Sin embargo, el centro sufre de constantes incidentes y paradas no programadas, que críticos aducen a la falta de inversiones y de mantenimiento.
A principios de diciembre del año pasado, la refinería Amuay también presentó una avería en el craqueador catalítico fluido, provocando la paralización de sus operaciones. No fue sino hasta dos meses después, a finales de enero de 2023, que la falla fue solucionada.