Nicolás Maduro y sus aliados siempre están culpando a las sanciones por la grave crisis del país, pero estas no han sido un impedimento para los bodegones con productos importados y los carros deportivos. Justamente en Caracas un concesionario fue autorizado por Ferrari, una de las compañías de automóviles más cotizadas del mundo, para importar sus vehículos.
El concesionario, llamado Maranello Motorsport, está ubicado en la avenida Jalisco de Las Mercedes, en el municipio Baruta. Trabajan de lunes a viernes de 8:00 am a 6:00 pm y los fines de semana permanecen cerrados, de acuerdo con su página web.
Maranello Motorsport ofrece los vehículos en dos modalidades, los nuevos y los de segunda mano.
Entre los nuevos está el 812 Superfast, descrito como el Ferrari de calle más potente de la historia.
“El 812 Superfast, heredero excepcional de los extraordinarios F12berlinetta y F12tdf, se dirige a una tipología de cliente que busca el Ferrari más prestacional y exclusivo de la gama, y que desea un vehículo que trasmita la máxima deportividad tanto en carretera como en pista”, explican en la página web del concesionario.
Este modelo, de acuerdo con páginas especializadas, tiene un valor de 410.002 dólares. En Venezuela el sueldo mínimo ni siquiera llega a 1 dólar y profesionales como las enfermeras, los médicos o los profesores apenas tienen dinero para comprar comida.
En la página web oficial de Ferrari aparecen públicamente en qué países hay concesionarios autorizados. Además del establecimiento en Venezuela, en América Latina hay representantes en Brasil, Colombia, Argentina, México, Panamá y Chile. Uruguay, con una economía más estable que la venezolana, no cuenta con uno.
Desde la mañana de este sábado Ferrari ha estado entre las tendencias de las redes sociales en el país.
Entre los comentarios se encuentra el de la diputada Delsa Solórzano: “Ayer (viernes), mientras los maestros protestaban por ganar un salario de hambre de 2 dólares, se inauguraba un concesionario Ferrari en Caracas. Esa es la ‘justicia social’ del socialismo bolivariano”.
Mientras que el periodista Roberto Deniz expresó: “Es bueno recordar que el chavismo liquidó deliberadamente al sector automotor después de alcanzar un año récord en 2007. Le impuso barreras a las ensambladoras para importar el material de ensamblaje, implantó ‘licencias de importación’ a los importadores tradicionales. Así acabó con los comercializadores tradicionales y aparecieron ‘nuevos actores’ e importaciones por caminos verdes”.