Más de 5.000 conductores de carga pesada están desempleados porque el corredor fronterizo no ha sido habilitado para el paso de mercancías y materias primas que están en Venezuela y Colombia desde el 19 de agosto, cuando el presidente Nicolás Maduro ordenó el cierre de la frontera.?Los choferes no saben qué hacer; incluso algunos que se han dedicado toda la vida a esta actividad económica ahora tienen que dedicarse a otra?, indicó Jorge Alí Casanova, presidente de la Cámara de Transporte Pesado en Táchira.Agregó: ?Le hemos planteado al gobierno que revise la situación. En un mismo saco ha metido a los bandidos y a la gente honorable que ha trabajado en la frontera. El traslado de mercancía y materia prima para la industria venezolana está paralizado porque la frontera está cerrada. Esto afecta tanto a Venezuela como a Colombia?.Se refirió al caso del transporte de carbón colombiano, cuyos choferes son venezolanos y movilizan aproximadamente 1,2 millones de toneladas métricas. Esta actividad, señaló, genera empleo directo para 3.000 personas y aproximadamente 9.000 indirectos en los estados Táchira, Mérida y Trujillo. El carbón va hacia los puertos de Maracaibo y La Ceiba con destino a terceros países.?Esa gente está desesperada porque no tiene nada que llevar a sus casas. Sus hijos ni siquiera pueden ir a las escuelas porque sus padres no tienen dinero para los pasajes. Las ollas están vacías. Esto se ha convertido en un problema social que puede terminar en una explosión?, advirtió.Insistió en la necesidad de que el gobierno habilite un corredor para el paso de mercancía entre Colombia y Venezuela. Afirmó que oficialmente y por escrito presentaron los volúmenes de carga que están represadas en Colombia. ?Queremos una frontera de paz, pero con trabajo que dignifique a los venezolanos?, agregó Casanova.