Según el informe del Centro de Difusión del Conocimiento Económico (Cedice), la Cesta Cedice de Caracas junio requería un total de 584,37 dólares, equivalente a 16.128,52 bolívares, para que una familia promedio de tres personas pudiera adquirir los 61 productos que la componen.
El reporte destaca que el Distrito Capital se mantiene como la ciudad más costosa del país, seguida de Maracaibo y Valencia. Esto debido a que en la región zuliana, el gasto de la Cesta Cedice se ubicó en 450,14 dólares; mientras que en la capital del estado Carabobo estuvo en 444,37 dólares.
En cuanto a las variaciones de precios, entre el 1 y el 30 de junio, se observó un incremento del 3,79% en moneda nacional, mientras que en dólares hubo una disminución del 0,70%.
La investigación realizada por el observatorio en Caracas, Maracaibo y Valencia, abarca bienes y servicios distribuidos en seis categorías: alimentos, restaurantes, servicios, recreación y esparcimiento, cuidado personal y transporte.
Por su parte, Oscar J. Torrealba, economista y coordinador del Observatorio de Gasto Público, señaló que, en comparación con el mismo período del año anterior, la variación de precios interanual fue del 468,61% en moneda nacional y del 19,97% en divisas.
Caracas se mantiene como la ciudad más cara del país con una canasta de más de 580 dólares
Con respecto a la relación de los rubros evaluados en las categorías mencionadas, el informe destacó:
Alimentos: 5.780,51 bolívares (+1,41%), equivalentes a 209,57 dólares (-2,98%).
Servicios: 3.387,84 bolívares (+5,83%), equivalentes a 140,93 dólares (+0,98%).
Perfumería y cuidado personal: 1.173,38 bolívares (+1,09%), equivalentes a 42,53 dólares (-2,89%).
Recreación y esparcimiento: 1.271,24 bolívares (+10,37%), equivalentes a 44,13 dólares (+5,59%).
Restaurantes: 893,87 bolívares (+5,56%), equivalentes a 32,40 dólares (+1,18%).
Transporte: 645,29 bolívares (+4,62%), equivalentes a 23,39 dólares (-0,54%).
Recreación y esparcimiento: 1.271,24 bolívares (+10,37%), equivalentes a 44,13 dólares (+5,59%).
Estos datos reflejan la continua presión inflacionaria que enfrenta la economía venezolana y cómo esto afecta el poder adquisitivo de las familias en distintas ciudades del país.