La Cámara Nacional de Talleres Mecánicos alertó sobre el cierre de los locales de reparación de vehículos por los altos costos y la falta de mano de obra calificada.
Su presidente, Gino Fileri, informó el jueves que de los 1.600 afiliados que tiene la cámara, 30% no está prestando servicios.
Parte del problema que enfrentan los talleres mecánicos es el precio elevado de los alquileres de los locales, lo que afecta la operatividad.
Fileri señaló que en trabajos como latonería y pintura «por pieza son aproximadamente entre 75 y 120 dólares. Ahí se incluye mano de obra y materiales», lo que impacta significativamente las estructuras de costos.
Destacó que los precios de una reparación de la caja, o el motor, oscilan entre 1.400 y 1.800 dólares.
Aseguradoras & privados
El empresario precisó que ya no existen acuerdos de operatividad entre las aseguradoras y los talleres mecánicos para la reparación de un vehículo con cobertura.
«El taller está cobrando directamente de contado. Ya no existe más el intermediario, que es el seguro, sino que la relación se establece entre el cliente y el taller», manifestó Fileri.
«Tu llevas tu carro, haces tu revisión, el seguro te hace un avalúo y te paga lo que crea que cuesta la reparación», dijo.
Mano de obra calificada
El presidente de Canatame indicó que la ola migratoria ha impactado negativamente en el funcionamiento y la prestación de servicios de los talleres mecánicos.
Precisó que están en un plan de formación en conjunto con la Universidad Central de Venezuela para recuperar la mano de obra perdida.
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«Ya llevamos 350 alumnos en la cohorte de 2018-2019», detalló el empresario. Adelantó que continuarán con la realización de talleres y diplomados para preparar técnicos en todo el país.
Talleres informales
Canatame apuntó que han proliferado los talleres mecánicos informales sin ningún tipo de regulación o garantía para los usuarios.
«Te consigues con que el dueño del carro compró el repuesto, y llama al mecánico para que vaya y se lo monte en su casa. Entonces resulta que no tenía la herramienta adecuada y sucedió lo que no tenía que suceder, el daño es mayor, por lo que el costo es mayor», afirmó Gino Fileri.
El presidente de la cámara aseguró que estas personas no cuentan con la formación necesaria para las reparaciones de los vehículos y, en consecuencia, los usuarios terminan gastando más dinero que el presupuestado para ese fin.
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