El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció este martes que en febrero el gobierno hará un aumento del 4,7% del salario mínimo para reajustar la inflación que se produjo en enero, pasando de 998 reales, unos 216 euros, a 1.045, 227 euros.
«Tuvimos una atípica inflación en diciembre, no esperábamos que fuera tan alta«, reconoció Bolsonaro al anunciar el incremento.
La decisión tendrá carácter provisional, antes de que sea aprobada por el Congreso de los Diputados en un plazo máximo de 120 días.
La nueva medida para reajustar la inflación tendrá un impacto económico en torno a los 460 millones de euros. Así lo señalan los cálculos del ministro de Economía, Paulo Guedes.
«Vamos a tener que encontrar los recursos», admitió Guedes. Ese ministerio reconoció que la Ley de Presupuestos para 2020 no tiene margen de ampliación, por lo que el aumento del salario mínimo podría traer consigo la congelación de recursos en otras áreas.
«Obviamente, si las estimaciones que tenemos no se cumplen, pueden producirse contingencias», relató el ministro de Economía de Brasil. Para Guedes, un reajuste del salario mínimo por encima de la inflación, en el momento actual, podría aumentar el desempleo.
No obstante, Guedes defendió que el incremento está recogido en la Constitución. Destacó que lo importante es el compromiso de Bolsonaro con el mantenimiento del nivel adquisitivo del salario mínimo.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional