El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apostó este domingo por impulsar «una década de oportunidades», ante los estragos causados por la pandemia en América Latina.
«A pesar de la peor contracción económica en 200 años causada por el virus, si de aquí a 2025 podemos decir que no se perdió otra década en América Latina y el Caribe, entonces tuve éxito», dijo el presidente del organismo, Mauricio Claver-Carone, durante el evento de clausura del sexagésimo encuentro de gobernadores en Colombia.
Al término de la asamblea anual que tuvo lugar en Barranquilla (norte), el presidente del BID presentó una hoja de ruta llamada «reinvertir en las Américas, una década de oportunidades», que propone, entre otras medidas, una agenda centrada en el cambio climático para paliar la crisis desatada por el virus.
Pero esta apuesta de Claver-Carone contrasta con el informe presentado la víspera por el BID, mucho más pesimista. «La región saldrá de la crisis con un mayor endeudamiento, más pobreza y un aumento de la desigualdad del ingreso», pronosticó el reporte que tabla sobre un crecimiento de 12,1% a 14,6% de la pobreza extrema en los años por venir.
Con apenas 8% de la población mundial, América Latina y el Caribe concentran más de 27% (741.000) del total de muertes por covid-19. Un duro impacto que provocó un retroceso en la economía de 7,4% en 2020, su peor caída en 200 años.
Para 2021, el banco espera que el continente crezca 4,1% y evite otra «década perdida», de acuerdo con el término acuñado en los años 80, cuando la crisis de la deuda puso de rodillas a la economía regional.
Amazonia
En el evento llevado a cabo entre miércoles y domingo, Claver-Carone reveló un aporte de 775 millones de dólares de Naciones Unidas a un fondo para el desarrollo sostenible de la Amazonia anunciado el jueves.
«Nosotros del BID pusimos 20 millones de dólares para la creación del fondo y para empezar a evaluar proyectos, y ya recibimos el compromiso del Fondo Verde del Clima por 775 millones de dólares para esos proyectos», dijo el primer estadounidense en ocupar la presidencia del BID.
Claver-Carone había anunciado el aporte a la iniciativa en una transmisión que contó con la presencia del mandatario de Colombia, Iván Duque, y la participación virtual del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
El BID se enfocará en la «bioeconomía», con «nuevos modelos de agricultura y ganadería sostenible» que no fomenten la deforestación, señaló entonces.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza, América Latina fue la región más castigada por la deforestación en la última década debido a la expansión de la agricultura y la ganadería, la construcción de carreteras, la actividad minera y los incendios forestales.
Solo en 2020, la selva amazónica brasileña perdió 8.426 km2 a causa de la deforestación, 8% menos que el año anterior. Sin embargo, la cifra preocupa a los expertos, que cuestionan la política ambiental de Bolsonaro.
En Colombia, la deforestación destruyó 1.590 km2 de bosques, 62% de ellos en la Amazonia, indican cifras de 2019.
La cuenca del Amazonas, que alberga la mayor selva tropical del mundo, se extiende por 7,4 millones de kilómetros cuadrados y ocupa casi 40% de la superficie de América del Sur, en el territorio de nueve países: Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana francesa.
Regreso a las Américas
Adicionalmente, Claver-Carone insistió en impulsar una reorganización regional de las cadenas de valor, a través de la repatriación de capitales e industrias, conocida como «nearshoring».
La iniciativa fue ideada por el expresidente Donald Trump, quien promovió a Claver-Carone en un cargo históricamente reservado para latinoamericanos.
Hijo de un español y una cubana, con trayectoria en la Casa Blanca, el Fondo Monetario Internacional y el Tesoro y conocido por sus críticas a Cuba y Venezuela, Claver-Carone defendió la propuesta de congresistas estadounidenses de aumentar el capital del organismo con 80.000 millones de dólares. «Lo cual sería la capitalización más grande en su historia», dijo.
«Ningún gobernador (…) rechazó esta propuesta», agregó. Pero el trámite todavía deberá recorrer un largo camino antes de ser validado en Estados Unidos y el BID.
Claver-Carone también enfatizó la necesidad de incorporar las mujeres a la fuerza laboral del continente, así como de apoyar el fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas y la economía digital.
La asamblea de los 48 miembros del BID estaba inicialmente prevista para marzo de 2020, pero se pospuso dos veces por la pandemia.
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