El gobierno de Australia, uno de los mayores exportadores de gas del mundo, publicó este jueves un plan para impulsar la explotación de este combustible fósil en las próximas décadas, pese a su compromiso para alcanzar las emisiones neutras en 2050.
«El gas seguirá siendo una importante fuente de energía más allá de 2050, y sus usos cambiarán a medida de que mejoremos la eficiencia energética industrial, consolidemos las energías renovables y reduzcamos las emisiones», dijo hoy la ministra australiana de Recursos, Madeleine King, en un comunicado.
La ‘Estrategia del Gas del Futuro’, publicada hoy, busca evitar la escasez de gas en Australia a través de la promoción de proyectos gasísticos con el fin de asegurar que este combustible fósil siga exportándose y sea asequible para las familias y comerciantes australianos.
También incentiva el arrendamiento de una mayor cantidad de superficie marítima para la captura y el almacenamiento de carbono, entre otras medidas para asegurar una transición segura hacia una economía verde.
«Garantizar que Australia siga teniendo un acceso adecuado al gas a precios razonables será clave para conseguir una red de energía renovable del 82% en 2030 y para alcanzar nuestro compromiso de emisiones netas cero en 2050», aseguró la ministra del gobierno del laborista, Anthony Albanese, quien asumió el poder con la promesa de luchar contra la crisis climática.
Este recurso representa 27% del mercado energético australiano y 14% de los ingresos de las exportaciones del país oceánico, que obtendrá por la venta de gas natural licuado unos 72.000 millones de dólares australianos (47.398 millones de dólares estadounidenses o 44.078 millones de euros) en el año fiscal 2023-24, según datos oficiales.
«Los laboristas han anunciado una supuesta estrategia para extender la vida del gas que destruye el clima mucho más allá de 2050. Esto es un paso de gigante hacia un pasado oscuro, terrible para nuestro futuro climático y debe ser abandonado», se quejó hoy en la red social X la Fundación Australiana de Conservación al criticar el plan.
Por su lado, el Instituto Australiano remarcó hoy que el plan soslaya que solo una mínima parte de la producción de gas se destina al mercado doméstico, dado que la mayor parte se exporta a naciones como Japón y Corea del Sur.
Este organismo no gubernamental también criticó hoy al gobierno de apoyar su estrategia en una «falsa promesa» de captura y almacenamiento de carbono para justificar la expansión de estas actividades contaminantes.
El Instituto Australiano también enfatizó en su comunicado que, por ejemplo, uno de los proyectos de gas natural licuado de Chevron liberará 3.000 millones de toneladas en las próximas cinco décadas, lo que contrasta con su programa de captura de emisiones contaminantes que solo ha capturado hasta la fecha poco más de 9 millones de toneladas.