De acuerdo con el último balance de la Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica (Asoquim), 75% de las empresas en estos sectores operan a tan solo 40% de su capacidad instalada, una situación que ha desatado preocupación en el ámbito económico del país.
Guillermo Wallis, presidente de Asoquim, detalló en una entrevista con Radio Fe y Alegría Noticias que esta baja operatividad se traduce en una producción muy por debajo de las expectativas.
“Si una empresa producía 100 unidades, en la actualidad apenas genera 40 elementos. Estos son unos números graves y malos», señaló Wallis, destacando la magnitud de la crisis.
El presidente de Asoquim subrayó también la ineficiencia económica que enfrentan estas empresas al manejar costos fijos y variables. Aunque la producción se reduce, los costos fijos permanecen constantes, lo que genera una distribución ineficiente y, en última instancia, impacta negativamente en la rentabilidad.
En este contexto, la industria química y petroquímica de Venezuela se encuentra limitada para aumentar la producción, incluso teniendo la infraestructura necesaria. Por tanto, Wallis enfatizó que la mejora de las condiciones y del marco regulatorio es esencial para la recuperación del sector.
Asoquim destacó la importancia de la inversión privada en las industrias venezolanas
Del mismo modo, Asoquim destacó la importancia de la inversión privada como catalizador para revitalizar las industrias venezolanas. Wallis propuso un ambicioso plan de ocho mil millones de dólares para reactivar el sector.
«La inversión privada solo tendrá lugar si el contexto para invertir es favorable, con un marco de seguridad jurídica estable y transparente», dijo el experto.
La asociación, asimismo, formuló una serie de propuestas para estimular el crecimiento y el desarrollo del sector industrial. Estas incluyen disminuir el rol del Estado, promover la inversión, activar el mercado de capitales y realizar reformas legales. También restablecer cadenas de suministro, ofrecer incentivos fiscales, desarrollar actividades conexas y contemplar la transición energética.
Estas medidas buscan crear un entorno propicio para la generación de riqueza y empleo productivo en Venezuela. La situación, sin duda, exige una atención inmediata y acciones concretas para evitar mayores complicaciones en el ámbito industrial del país.