Cinco años han transcurrido desde la explosión de la refinería de Amuay, el más grave incidente de la industria petrolera venezolana, y todavía son muchas las respuestas que debe dar Pdvsa.
Durante este lustro no se han presentado los informes definitivos de todos los organismos involucrados en la investigación, no se ha recuperado la producción ni se han tomado los correctivos necesarios para proteger a trabajadores y vecinos de la refinería, denuncian especialistas en la industria y dirigentes sindicales.
El gobierno insistió en que fue un sabotaje lo que ocasionó la explosión que ocurrió el 25 de agosto de 2012 en la madrugada, cuando una fuga masiva de gas en el bloque 23 de la refinería causó la muerte de más de 40 personas, 150 resultaron heridas, 5 se registraron como desaparecidas, y miles de viviendas y comercios resultaron afectados. Sin embargo, el ingeniero Javier Larrañaga, coordinador de la investigación independiente que sobre el caso hizo el Centro de Orientación de Energía, e Iván Freites, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros del estado Falcón, reiteraron que la explosión y el posterior incendio se debió a fallas operacionales.
“Veníamos denunciando que estaban ocurriendo numerosos problemas de inseguridad como accidentes, fugas, explosiones, incendios, fallas en los equipos y derrames. Todo eso nos indicaba que podía ocurrir un accidente catastrófico, pero no nos escucharon”, dijo Freites.
Lamentó que la estatal no se haya hecho responsable por todas las víctimas. “Hay personas que quedaron sordas, con daños en la columna, caderas y piernas, pero Pdvsa se olvidó de ellos. No les han dado ni una pensión por discapacidad. Dijeron que lo que ocurrió fue por sabotaje para no hacerse responsables”.
El dirigente aseguró que tampoco se han hecho todas las reparaciones. Dijo que los 14 tanques dañados en el incendio –de 150.000 barriles de capacidad cada uno– no han sido sustituidos lo que limita la capacidad de almacenamiento de crudo y derivados en Amuay.
Además, la refinería no ha logrado volver a operar como antes. Según Freites, Amuay procesaba antes de la explosión alrededor de 550.000 barriles diarios de hidrocarburos, ahora apenas procesa 250.000 barriles por día. En cuanto a la planta catalítica, que elabora insumos para aumentar el octanaje del combustible, producía 108.000 barriles por día y ahora solo son 70.000 barriles, lo que afecta al mercado interno.
Añadió que el flexicoquer, planta que procesa crudo extra pesado, a partir de la tragedia ha tenido decenas de paradas intempestivas (no programadas) y desde el 16 de enero del año pasado está paralizada.
“El Complejo Refinador de Paraguaná, integrado por Amuay y Cardón, no está produciendo ni un litro de gasolina terminada, tampoco el gas que consumimos, por eso es que hemos visto todas las protestas por bombonas”, afirmó.
Protección. Una de las cosas que más preocupa a los dirigentes y especialistas es que durante estos años no se ha logrado reducir el índice de accidentabilidad de Pdvsa, que triplica el promedio internacional.
En un comunicado emitido esta semana, el Centro de Orientación en Energía, al que pertenece el ingeniero Larrañaga, la Academia Nacional de Ingeniería y el Hábitat, la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo, la Asociación Civil Gente del Petróleo, el sindicato Unapetrol y el Grupo Orinoco de Energía y Ambiente, reiteraron su preocupación por la ausencia de las respuestas oficiales y pidieron que se tomen los correctivos necesarios para evitar que ocurra otra fatalidad.
“Solicitamos a la Comisión de Energía y Petróleo de la Asamblea Nacional y a la Fiscalía General de la República acometer las medidas inherentes a sus funciones de contraloría y ejercer las acciones necesarias para que se responda, tal como lo establece la ley y sus normas internas, por el grave accidente ocurrido en la Refinería de Amuay el 25 de agosto de 2012, y en particular se adopten las medidas requeridas para evitar que vuelvan a ocurrir tragedias similares”, dice el texto.
Insisten en que las condiciones en las que se encuentra la industria son consecuencia directa de la decisión de haber despedido a más de 20.000 trabajadores en el año 2003 y de convertir posteriormente a la estatal en un brazo ejecutor de múltiples actividades ajenas al negocio petrolero.
Aseguraron que para superar la risis actual se debe retomar el modelo de una empresa eficiente, productiva y orientada a la mejora continua de su gestión, concentrada en el negocio de los hidrocarburos.
Denuncian persecución
Trabajadores de Pdvsa que prefirieron no ser identificados rechazaron las condiciones en las que está la industria y denunciaron que están siendo perseguidos por no apoyar al gobierno en las recientes elecciones de la asamblea nacional constituyente.
“Muchos trabajadores petroleros acudimos a votar por la consulta popular del 16 de julio y nos negamos a participar en las elecciones de la ANC, porque consideramos que en el país se rompió el orden constitucional. Por haber actuado así ahora nos están persiguiendo. Muchos estamos siendo amenazados con despidos”, dijo uno de los afectados.
Se quejó de las malas condiciones de trabajo y pidió que se respete la meritocracia. “Estamos trabajando muy mal. No nos garantizan ni los uniformes que necesitamos, ni siquiera el agua potable. Por eso muchos de nuestros compañeros se han ido del país”.
El dato
El 28 de julio dos fiscales nacionales de las oficinas del Ministerio Público en Punto Fijo, Falcón, citaron a tres gerentes y a un superintendente del CRP para ser imputados por su presunta responsabilidad en la explosión e incendio de la Refinería de Amuay ocurrida el 25 de agosto de 2012 en la madrugada, pero aún no hay más detalles sobre el caso.