El nuevo entrenador del FC Barcelona, Xavi Hernández, viajó este sábado de Doha a la ciudad catalana, donde se le esperaba como el salvador de un club en crisis en las últimas semanas.
Este mismo sábado, el Barça jugó en Vigo y empató 3-3, recibiendo un gol de Iago Aspas en el descuento final y después de que el equipo azulgrana desperdiciara la ventaja de 3 a 0 que había logrado en la primera mitad.
Una nueva decepción que supone un cuarto partido liguero (dos empates, dos derrotas) seguido sin ganar y que deja al Barcelona a 10 puntos del Real Madrid, líder provisional de LaLiga tras ganar 2-1 este sábado al Rayo Vallecano.
El nombre de Xavi despierta por lo tanto la esperanza de la afición del Camp Nou, que esperaba con ansiedad su nombramiento desde la destitución del neerlandés Ronald Koeman, quien dejó al Barça lejos de sus puestos habituales en la tabla, fuera de la zona europea, y que en Champions fue humillado con derrotas amplias ante Bayern Múnich y Benfica.
Los ‘culés’ tenían este sábado un ojo en la Ciudad Condal y otro en el partido de Galicia. En el primer lugar pudieron ver la imagen de Xavi en el aeropuerto de El Prat con ilusión, pero poco después el doloroso empate 3-3 en Vigo les devolvió a la triste realidad.
Xavi había sido anunciado oficialmente como nuevo entrenador del Barça unas horas antes, en la madrugada del sábado (horario español), después de tres días de negociaciones con el Al Sadd catarí.
Según la prensa, los 5 millones de euros de la cláusula de liberación del antiguo centrocampista serán pagados a partes iguales entre el Barça y Xavi, quien financiará su parte con eventos promocionales del Mundial-2022 de Catar.
El nuevo técnico azulgrana será presentado a los medios y a los aficionados el lunes desde el Camp Nou. «Se acabó el culebrón: Xavi al Barça», titula este sábado el Marca, el periódico más vendido en España.
«Vuelvo a casa»
«Xavi ya viene», titula Mundo Deportivo con una foto del técnico saludando a los fotógrafos antes de subir a su vehículo. «Fichado», celebra Sport, mientras que el L’Esportiu vaticina «una nueva era».
«Vuelvo a casa», anunció por su parte el técnico de 41 años en sus redes sociales.
«Sé que llego en un momento difícil, pero afronto este reto con la mayor de las ilusiones. Voy a trabajar y a luchar como uno más para juntos alcanzar el lugar que merecemos», escribió.
El Barça acudió a su visita a Vigo sin ocho jugadores, lesionados o enfermos (Dembélé, Piqué, Agüero, Pedri, Roberto, Dest, Braitwhaite y Neto), y con varios jugadores que no pasan de los 20 años.
En el estadio de Balaídos fueron cambiados por lesión otros dos jugadores, Ansu Fati y Nico, lo que dificulta todavía más la misión a Xavi.
¿Tres fichajes en enero?
En la Champions el Barça ganó oxígeno recientemente al ganar por la mínima en Kiev ante el Dinamo, con un gol de Ansu Fati, pero el billete a los octavos de final está lejos aún.
La nueva era que encarna Xavi podría verse acompañada por refuerzos en la plantilla.
Según la cadena pública catalana TV3, el presidente Joan Laporta aseguró el viernes en una cena con peñistas gallegos del Barça que el club, pese a tener una gran deuda económica, valora la incorporación de tres fichajes en el mercado de enero.
A pesar del reto hercúleo que tiene por delante Xavi, su llegada cuenta con el visto bueno de la afición y de la prensa, un apoyo unánime del que no gozaron los anteriores técnicos (Quique Setién, Ronald Koeman).
Incluso Carles Puyol, otra leyenda del Barça y antiguo compañero de Xavi, celebró su llegada con un mensaje en Instagram: «Buena suerte amigo. Estoy seguro de que todo irá bien».
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