Se estiró con maestría, atajó en el mano a mano con valor y selló una actuación memorable ante Colombia, así el venezolano Wuilker Fariñez justificó el empate sin goles que la Vinotinto le robó a Colombia el jueves en la segunda fecha del Grupo B de la Copa América-2021.
El portero hizo historia con Venezuela en 2017 al obtener el sucampeonato del mundo sub-20 en Corea del Sur. Y, esta vez, volvió a demostrar que es un gigante bajo los tres palos.
“Hay que ponderar la gran actuación del arquero Fariñez. Hubo dos situaciones donde brilló y nos evitó poder disfrutar un gol en la noche de Goiania”, admitió el seleccionador colombiano, Reinaldo Rueda.
Si bien los cafeteros carecieron de fineza en muchas definiciones, según reconoció el propio Rueda, Fariñez fue sin dudas la principal razón por la que Venezuela salió ilesa y sigue en el Grupo B.
Duvan Zapata con tiro esquinado, Edwin Cardona con latigazo desde el centro de la puerta del área y varios embates intentaron fusilar a quemarropa al arquero, pero quedaron en la nada.
Para el golero la mejor atajada fue la que protagonizó ante una plástica definición de Matheus Uribe, una media chilena en el área. Fariñez voló para descolgar el balón que se metía contra el travesaño.
Más allá de atajadas más o menos bonitas, todas fueron efectivas, y todos los ataques colombianos que superaron la férrea última línea defensiva de los dirigidos por el portugués José Peseiro terminaron en las manos de Fariñez.
Prohibido anotar
Con una altura menor (1,80 metros) al promedio para su puesto, Wuilker Fariñez multiplica centímetros bajo los tres palos y con una plasticidad digna de un bailarín consigue alcanzar todos los rincones del arco.
Formado en Caracas FC, arribó a Millonarios de Colombia en 2018, y en 2020 dio el salto a Europa al fichar por el Lens francés. Ese fue el inicio de una carrera vertiginosa para un joven de 23 años de edad que en Brasil-2021 disputa su cuarta Copa América.
El jugador del partido en el choque entre Venezuela y Colombia en Goiania, transmite serenidad más allá del arco y a la hora de ponderar sus actuaciones apunta al grupo.
«Este empate se lo debemos a todo el equipo, al sacrificio, al esfuerzo, a quienes los están acompañando. También a los que nos están viendo desde casa, desde el hotel», dijo el guardameta en alusión a sus compañeros afectados por covid-19.
Para Fariñez lo mejor de la Vinotinto es el corazón que se tiene, la garra y la actitud. Cualidades que no son negociables al disputar la Copa América. La Vinotinto lucha en un Grupo B que completan el poderoso Brasil, líder con 6 puntos, y Ecuador y Perú, ambos sin puntos.
Colombia es segundo con cuatro puntos y Venezuela pescó su primera unidad en la Copa para seguir soñando con llegar a los cuartos.
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