Los San Antonio Spurs perdieron este lunes ante los Houston Rockets por 93-82 y sumaron su decimoséptima derrota seguida, lo que supone la peor racha de su historia.
Pese a que el prodigio francés Victor Wembanyama continúa dejando destellos de su asombroso talento y potencial, los Spurs atraviesan un momento espantoso. Con esta nueva decepción cayeron aún más bajo que el curso pasado, cuando establecieron su anterior récord negativo con 16 partidos consecutivos perdiendo.
Colistas del Oeste con un desmoralizador balance de 3-19, los de Gregg Popovich no ganan desde el pasado 2 de noviembre. En aquella fecha se impusieron a los Phoenix Suns para ponerse con un prometedor 3-2 del que a estas alturas ya nadie se acuerda.
Además, el calendario no les va a dar un respiro puesto que sus próximos dos encuentros serán frente a Los Angeles Lakers de LeBron James, que llegan con la moral por las nubes tras conquistar la primera edición del NBA In-Season Tournament.
Spurs, luchando
El único consuelo para los Spurs es que los Detroit Pistons atraviesan un momento aún más triste que ellos: 20 derrotas seguidas y últimos del Este con el peor balance de la liga (2-21).
Wembanyama fue esta noche de lo poco salvable de estos ruinosos Spurs. El número uno del último draft destacó con 15 puntos (7 de 15 en tiros de campo), 18 rebotes, 3 asistencias y 5 tapones pero sumó 5 pérdidas de balón.
San Antonio tuvo una velada escalofriante en cuanto a puntería con un ridículo 5 de 41 en triples (12,2 %). Tampoco estuvo nada fino en los tiros de campo con un 35,6 %.
Tari Eason (18 puntos y 14 rebotes) fue el referente de unos Rockets (11-9) que han tomado impulso con tres triunfos seguidos.