Vinicius trabaja durante el confinamiento sin descanso. Y no es solo un decir, porque el brasileño se está ejercitando en doble sesión, por las mañanas y por las tardes, los siete días de la semana. Le acompaña Thiago Lobo, su fisioterapeuta personal, y también sus inseparables Wesley Menezes y Luiz Filipe Menegate, que viven con él.
El coronavirus cambió las rutinas de todos, también la de los futbolistas del Real Madrid, y eso exige una adaptación.
A Vinicius el parón le vino especialmente mal por encontrarse en un gran momento, acercándose a su mejor versión como madridista. Y en su cabeza solo está que cuando regrese la competencia su físico sea el de antes, controlar ese factor tan importante y que está en su mano.
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Vinicius invierte tres horas y medias diarias
En total, Vinicius invierte un mínimo de tres horas y media diarias a mantener y potenciar la forma. Con Thiago Lobo conserva el mismo plan que ya tenía, esas horas extra que completaba después de pasar por Valdebebas.
A ello le sumó ahora los deberes de Dupont, el preparador físico fichado por Zidane en verano y que pasó de ‘señalado’ a clave en esta difícil situación.
A Vinicius, del que dicen en el club y quienes le conocen que siempre se entrena con una sonrisa, con balón y sin balón, no le falta de nada. Pronto le asesoraron de la conveniencia de instalar un gimnasio en su propia casa, y a esas máquinas le dedica mucho tiempo. Además, tiene material para el resto de ejercicios, como los circuitos que monta en el jardín.
Se forma como fotógrafo
No pierden detalle de sus quehaceres sus amigos, que participan en ellos por petición propia o por necesidad, cuando lo requiere una actividad concreta. Y Wesley Menezes aprovecha: se está formando como fotógrafo y no duda en sacar la cámara y disparar.