El Super Bowl LV entre Kansas City Chiefs y Tampa Bay Buccaneers tuvo a The Weeknd como el protagonista del espectáculo de medio tiempo, momento que le dio música y color a un juego que hasta ese entonces era deslucido.
Abel Makkonen Tesfaye, nombre real del artista canadiense, bajó de un auto en un escenario que simulaba la ciudad de Las Vegas en una de las cabeceras del estadio desde donde interpretó Starboy y luego The Hills, dos de sus canciones más populares.
Acompañado de fuegos artificiales y un fantástico juego de luces, fue moviéndose por varios puntos, como por ejemplo cuando sonó I can’t feel my face, que lo encontró rodeado de espejos y de varios bailarines en uno de los pasillos internos del Raymond James Stadium.
Para I feeling coming, las pantallas mostraron un cielo estrellado y una luna, mientras del otro lado una lluvia de fuegos artificiales iluminaban las tribunas en donde miles de fans gritaron y aplaudieron sus hits.
Después bajó un poco el ritmo con «Earned it», de la película «Fifty Shades of Grey» y que lo hizo merecedor a un premio Grammy por mejor interpretación R&B.