La volea de Zinedine Zidane, a pase de Roberto Carlos, en la final de la Liga de Campeones de 2002 que significó la «Novena» del Real Madrid, cumple 18 años en este San Isidro de confinamiento por el covid-19.

El defensa brasileño fue el autor del pase y el que rememoro esa acción, una asistencia para el gol más bello de una final de la Liga de Campeones, como lo definió France Football.

«Mucha gente dice que fue un pase terrible y yo creo que fue perfecto porque aterrizó en el pie izquierdo de Zizou con el que pudo golpear el balón», dijo Roberto Carlos.

«Marcó un gol hermoso, pero si no fuera por ese pase, si el pase no hubiera sido tan perfecto. ¡Ese pase fue terrible!», comentó con sorna el lateral.

Roberto Carlos: «De dos pases malos salió el gol»

El defensa madridista siguió hablando de la jugada. «El pase de Solari fue horrible, muy alto. Vino el balón desde arriba y el defensa que me estaba marcado medía dos metros. La pelota pasó, pero en vez de intentar controlarla dejé que pasara, era mi única oportunidad», apuntó.

«El defensa del Leverkusen me habría robado el balón si hubiera intentando el control de primeras, pero botó y crucé el pase. No sabía quien estaba allí, solo vi a alguien de blanco», siguió Roberto Carlos.

«Hice el pase al centro del área y uno de los mejores jugadores del mundo estaba allí. De dos pases malos salió el gol de Zizou», siguió el asistente del gol de la «Novena», el gol más bello de una final de la Liga de Campeones.


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