Cría fama y acuéstate a dormir. Esa máxima pareció jugarle una mala pasada al entrenador de Gimnasia y Esgrima de La Plata, Diego Armando Maradona, cuando una cámara que lo sigue en todos los partidos de la Superliga argentina enfocó el momento en que uno de sus ayudantes parece darle algo. Otro asistente se coloca delante para que no se vea exactamente lo que recibe el diez, ya sentado en el banquillo de suplentes.
El conocido historial de adicciones y excesos del otrora astro de la selección argentina inmediatamente generó suspicacias sobre el porqué ocultar lo que iba a ingerir Maradona en pleno partido ante Rosario Central. Resulta que, según la agencia de noticias argentina Infobae, el timonel recibió un medicamento para la tensión.
Lo notaron con las pulsaciones muy altas debido a los nervios y al disgusto que le generó el mal rendimiento de su equipo.
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Según Infobae, no es la primera vez que los ayudantes le alcanzan una pastilla al DT del Lobo. En el partido contra Talleres de Córdoba, un asistente quiso darle la misma medicina para la presión arterial, pero Diego Armando la rechazó.
Al margen de la suspicacia del incidente, la realidad es que los hábitos y el estilo de vida de Maradona parecen pasarle factura a los 59 años de edad. De hecho, da la impresión de que ya le cuesta mucho seguir desempeñándose como entrenador, al menos a tiempo completo.
Esto, por las recurrentes dificultades para caminar que le impiden hacer los trabajos de campo y los achaques normales del paso del tiempo como el hablar más lento, la irritabilidad y las lagunas en la concentración.