Este 19 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el cáncer de mama, una enfermedad que ha afectado al deporte, pero también le ha dado fe de que las mujeres deportistas no solo vencen en las competencias sino frente a los retos de la vida.
En el marco de la celebración de la batalla que diariamente millones de mujeres (y hombres) lidian contra este mal, El Nacional trae ocho casos de las atletas guerreras que batallaron y vencieron al cáncer de mamá, para ser un ejemplo de superación.
Edna Campbell
La otrora bastquelista estadounidense de 50 años de edad es una activista en contra del cáncer de mama, desde que sufrió de esta enfermedad en el 2002.
Campbell se encontraba jugando en ese entonces en la Women’s National Basketball Association (WNBA) y venció al cáncer en plena competencia que nunca abandonaría. De hecho, al año siguiente ganaría el premio Kim Perrot a la jugadora deportiva.
Desde el 2006, año de su retiro, dirige varias fundaciones que buscan prevenir y batallar contra este padecimiento.
Karen Newman
La triatleta estadounidense Karen Newman participó en el Mundial del 2001 donde quedó décima. En el 2008 supo que tenía cáncer de mama e inmediatamente se sometió a quimioterapia, pero sin abandonar la competencia.
En ese entonces tenía 46 años de edad y no dejó que la enfermedad la limitara en su vida deportiva. En el 2016 año representó a su país en el Mundial de Mayores de Cozumel (México) y actualmente da conversatorios sobre su experiencia.
Martina Navratilova
Considerada como una de las mejores tenistas de la historia, la deportista nacida en Checoslovaquia tuvo que luchar contra los prejuicios ante el hecho de ser homosexual, orientación que confesó apenas recibió su ciudadanía estadounidense.
Navratilova ganó 18 torneos de Grand Slam y 747 partidos en su carrera, aunque el duelo más difícil en su vida fue pelear contra el cáncer de mama, enfermedad que le fue diagnóstica en el 2010.
“Fue una patada en el trasero. Me había enfrentado a Chris Evert, Steffany Graf y a las hermanas (Venus y Serena) Williams. Nunca imaginé que mi adversario estaba fuera de casa”, expuso la tenista que en octubre de ese mismo año anunciaba que se había curado.
Desde entonces la leyenda viva del deporte blanco ofrece charlas sobre su caso con el objetivo de concienciar sobre el tema.
Robin Roberts
El caso de Roberts es muy particular, y uno de los más duros de la lista.
Ex basquetbolista de la NCAA femenina, se dedicó al mundo de entretenimiento luego de su retiro deportivo. Pero la copresentadora de “Good Morning America” fue diagnosticada en 2007 con cáncer de mama, por lo cual se sometió a cirugía el 3 de agosto de ese año y en enero de 2008 había completado ocho tratamientos de quimioterapia por espacio de seis semanas y media.
Había ganado este difícil partido, pero en 2012, cuando celebraba su ingreso en el Salón de la Fama en WNBA, Roberts se enteró que padecía del síndrome mielodisplásico (MDS), una enfermedad de la médula ósea.
Afortunadamente recibió un trasplante y en 2013 anunció que también había vencido esta enfermedad para así agrandar más su leyenda.
Jen Hanks
La ciclista estadounidense no ha parado de competir en carreras de bicicletas de montaña desde el año 2005. Una de las deportistas más duras que se puede conocer, debido a que ni el cáncer la alejó de los pedales.
En 2011 fue diagnóstica de la enfermedad con una gravedad de segundo grado.
Sin embargo, tras cuatro operaciones, un tratamiento de quimioterapia y 25 competiciones entre los ingresos y las salidas del hospital, la atleta pudo destrozar a este obstáculo y seguir brillando como ejemplo de superación personal.
Pero, no solo desde Estados Unidos han surgido estas gladiadoras contra el cáncer de mama. Hay tres casos más de batallas épicas contra esta enfermedad y sus protagonistas son de diferentes nacionalidades.
Catalina Castaño
Esta heroína originaria de Colombia es considerada la jugadora más emblemática del tenis neogranadino en la historia de la Copa Federación.
En el 2014 se anunció que padecía de cáncer de seno “y lo primero que hice fue aferrarme a Dios”, como explicó en una entrevista al canal colombiano Teleantioquia. Castaño aseguró que la enfermedad no la hizo abandonar el tenis, a pesar de los dolores.
Fue capitana de la selección femenina de su país hasta marzo de este año. Siendo uno de los mayores logros de su gestión la medalla de oro de Mariana Duque en los Juegos Panamericanos de 2015, además de la áurea en singles de los Juegos Bolivarianos de Santa Marta 2017 y las doradas en mixtos y por equipos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 2018.
Noviene Williams-Mills
La jamaicana se enteró de su enfermedad en julio del 2012, cuando apenas quedaban días para el inicio de los Juegos Olímpicos de Londres. Pero la velocista caribeña igual compitió en la cita estival y logró subir al podio: medalla de bronce en el relevo 4x400m.
En el 2013 fue sometida a una mastectomía y volvió con éxito a la competencia del atletismo en Río 2016, donde se quedó con la medalla de plata. Siendo actualmente un ejemplo de superación para Jamaica.
Natacha López
La maratonista española fue diagnosticada con cáncer de mama en el año 2015. La valenciana confesó que su vida de derrumbaba al conocer la mala noticia.
Previo al diagnóstico había notado un pequeño bulto que los doctores señalaron como un tumor maligno. Ese día López solo pudo llorar en brazos de su esposo David Serrano, al pensar que sus pequeños (de cuatro y siete años de edad) quedarían sin madre.
“Quítame las dos tetas si hace falta, pero yo quiero ver crecer a mis hijos” pidió a su doctora en su desesperación. No obstante, la atleta decidió ver la enfermedad como un reto deportivo más, donde cada sesión de quimioterapia era como un kilómetro en una carrera de fondo.
“Cuando te dan una mala noticia, te das cuenta de que pierdes mucho tiempo en cosas que no tienen importancia”, aseguró a Marca la corredora, que en un punto decidió cambiar su concepto del deporte para “disfrutar la parte terapéutica del running”.
Y aunque los médicos le recomendaron no practicar ningún tipo de enfermedad física hasta pasados dos meses de su operación, la española retomó al mundo de los maratones a los veintitrés días tras vencer a la enfermedad.
Se propuso junto a su marido el reto de completar 15 maratones en 365 días con un fin solidario: colaborar con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y creó el Reto42Kancer.
En el 2017 ganó el Maratón de Vitoria, que se le unió a su triunfo en Murcia. Aunque la carrera ganada en la ciudad vasca “coincidió con el 42° cumpleaños de mi marido y pude regalarle una victoria por todo lo que hizo por mí”, aseguró la atleta.
Un ejemplo de muchos de cómo las mujeres deportivas no solo ganan medallas o trofeos, sino épicas batallas ante los obstáculos de la vida, incluyendo la lucha contra el cáncer de mamá.