Un tuit de Daryl Morey (ya borrado) inició una serie de eventos que concluiría con el fin de las negociaciones entre Estados Unidos y China por los derechos de transmisión de los partidos de la NBA.
El gerente de los Rockets de Houston publicó el pasado viernes un mensaje en su cuenta de Twitter que decía: “Lucha por la libertad, apoya a Hong Kong”, en claro apoyo a las manifestaciones prodemocráticas que desde hace cuatro meses han tomado las calles del territorio autónomo.
Si bien representantes de la Liga estadounidense trataron el pasado lunes de apaciguar la indignación de la Administración china por el mensaje del directivo, la cadena pública de la televisión china CCTV anunció que no retransmitirá los partidos de los Rockets.
También varios patrocinadores del país asiático amenazaron con romper sus contratos con la franquicia de la NBA. Poco pudieron hacer las dos principales figuras del equipo texano, James Harden y Russel Westbrook, para calmar la ira provocada.
Las excusas
“Nos disculpamos. Amamos a China. Nos gusta jugar allí”, exclamó Harden en conferencia de prensa junto a su nuevo compañero Westbrook. Mientras que la NBA emitió un comunicado asegurando que el tuit de Morey “ofendió a muchos de nuestro amigos y aficionados en China, lo cual es lamentable”.
Este mensaje fue incluso ampliado en Weibo, el twitter chino, donde se expuso: “La NBA está profundamente decepcionada por los comentarios inapropiados del líder de los Rockets”.
Hasta el propio Daryl Morey aseguró que “no tenía la intención de ofender a los aficionados de los Rockets ni a mis amigos en China con mi tuit. Simplemente expresé un pensamiento, basado en una interpretación de una situación complicada, y he tenido muchas oportunidades desde este tuit para escuchar otros puntos de vista”.
Pero ya el daño estaba hecho, y solo sería la punta del iceberg con que chocaría las ya maltrechas negociaciones entre EE UU y China, sumado a las sanciones económicas que el gobierno norteamericano impuso hoy a empresas chinas, según reseñó EFE.
Reacción en cadena
No se sabe a ciencia cierta si el tuit de Morey influyó en las acciones del gobierno estadounidense, pero sí es claro que el comentario provocó una reacción en cadena en la maquinaria estatal China.
A la decisión de la televisora China CCTV de no trasmitir los partidos de los Rockets, se les unió la determinación de Tencent de hacer lo mismo. Esto echa por tierra el acuerdo con ESPN y la NBA por derechos de transmisión valorados en 1.500 millones de dólares (unos 1.366 millones de euros) por los próximos 5 años.
Ya la CCTV anunció el martes que en definitiva no retransmitirá ninguno de los partidos de la NBA, que esta semana están en China realizando su pretemporada.
Algunos de los equipos en suelo asiático son Los Ángeles Lakers y Brooklyn Nets, que se entrenaban este miércoles a puerta cerrada en Shanghái, a pesar de que en un principio se le permitiría el acceso a aficionados.
Y según el diario hongkonés South China Morning Post se canceló un encuentro de los Nets con fanáticos en territorio chino.
Mientras que en CNN en español se informó que varios patrocinadores chinos dejaron de apoyar a equipos de la NBA, mientras que otros comercios renunciaron a vender sus productos.
Esta brecha entre las negociaciones por derechos de transmisión de la NBA añade más tensión entre Estados Unidos y China. El jueves se retomarán las negociaciones en Washington entre ambos gobiernos, para tratar de resolver la guerra comercial entre las dos potencias económicas más grandes del planeta.
Pero el panorama no luce alentador, al menos desde el punto de vista deportivo.
Porque lo que inició como un simple tuit que expresaba una opinión provocó el final de un acuerdo entre dos países, para exhibir los partidos del mejor baloncesto del mundo.