El clásico del fútbol español que protagonizaron este miércoles en el Camp Nou, Barcelona y Real Madrid, dejó un empate sin goles que no se vivía en Liga desde hace 17 años, el 23 de noviembre de 2002, en un encuentro inolvidable por el regreso del portugués Luis Figo tras cambiar de equipo.
El clásico que pasó a la historia por el lanzamiento de una cabeza de cochinillo a Figo, que aguantó todo tipo de ataques desde la grada tras cambiar al Barcelona por el Real Madrid, era el último duelo entre los dos clubes sin goles en Liga.
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Desde entonces han pasado 17 años y 24 días, se han disputado 33 clásicos ligueros con goles. El Barcelona no se quedaba sin marcar en el Camp Nou al Real Madrid desde diciembre de 2007, en once clásicos consecutivos. El conjunto madridista había marcado en sus ocho últimas visitas ligueras al estadio de su eterno enemigo.