Los Juegos Paralímpicos de Pekín, China, comenzaron con el protagonismo destacado de los deportistas ucranianos, que dominan el medallero con siete preseas, en una jornada en la que también destacó el triunfo del joven canadiense Johannes Aigner, de 16 años, y de la estadounidense Oksana Masters, que dedicó su triunfo a Ucrania.
La eslovaca Henrieta Farkasova, con discapacidad visual, consiguió la primera medalla de oro de los Juegos, en el inicio de la competición de esquí alpino en Centro Nacional de Yangging.
Fakasova, junto a su guía Martin Motyka, marcó un tiempo de 1:19.50 en el descenso para sumar su décima medalla en unos Juegos. La acompañaron en el podio la china Daqing Zhu y su guía Hanhan Yan, y la británica Millie Knight junto a Brett Wild.
«Este ciclo desde PyeongChang ha sido muy duro. Me operaron tres veces de una lesión en una rodilla y fue muy doloroso, pero ahora estoy de vuelta y abrir el medallero en estos Juegos me hace estar muy contenta», dijo Fakasova, al término de su prueba.
La francesa Marie Bochet llegó a Pekín como la gran favorita en las diferentes categorías de esquí alpino tras ganar cuatro oros en Corea del Sur. Sin embargo, en la primera prueba de descenso, fue descalificada y no pudo seguir agrandando un palmarés que incluye más de treinta medallas en campeonatos internacionales. En su categoría el triunfo fue para la canadiense Mollie Jepsen.
La estadounidense Oksana Masters, una de las deportistas más polifacéticas del mundo al competir en los Juegos de invierno y de verano en esquí de fondo, remo y ciclismo, inició su andadura en Pekín con un oro en el sprint de biatlón que dedicó a los ciudadanos ucranianos afectados por la invasión rusa.
Oksana Masters
Oksana, nacida en Ucrania hace 32 años con varios defectos físicos a causa de la radiación del accidente de Chernobil, fue abandonada por sus padres y tuvo que vivir en un orfanato hasta los 7 años. Allí la adoptó Gay Masters, profesora de logopedia estadounidense que no pudo tener hijos. Una vez en Estados Unidos sufrió la amputación de las dos piernas en un plazo de cinco años a causa del dolor de las malformaciones.
«Le debo mucho a mi madre, por eso esta medalla es para ella pero también para Ucrania y Estados Unidos. Estoy muy orgullosa de ser ucraniana, de ser estadounidense y representar a ambos. Ese es el poder de los deportes, que puedes representar mucho más que una sola cosa», dijo Oksana.
Más ganadores
Otro de los protagonistas de la primera jornada fue Johannes Aigner, que, a sus 16 años, ganó el oro en descenso en la categoría masculina de esquí alpino para discapacitados visuales junto a su guía Matteo Fleischmann.
En la carrera, una de las de mayor nivel competitivo de los Juegos, se impuso a uno de los favoritos, el canadiense Mac Marcoux, segundo, y el francés Hyacinthe Deleplace, tercero. Fuera del podio se quedaron otros campeones paralímpicos como el eslovaco Jakub Krako y el italiano Giacomo Bertagnolli.
«La sensación es indescriptible. Fue mi primera carrera de descenso y estoy muy feliz. Esto es increíble», confesó el joven esquiador Johannes Aigner.
La primera jornada de esquí alpino también supuso el debut del argentino Enrique Plantey, que disputa en Pekín sus terceros Juegos. En la prueba de descenso para deportistas sentados fue descalificado.
Lo mismo le ocurrió al chileno Nicolás Bisquertt Hudson, también descalificado en la prueba de descenso de esquí alpino sentado.
Tras la primera jornada han sumado medallas representantes de doce países. El medallero lo encabeza Ucrania con siete medallas, tres de ellas de oro en biatlón de Grygorii Vovchynskyi, Vitalii Lukianenko y Oksana Shyshkova, seguido de China (2,3,3) y Canadá (1,1,1).
Precisamente la delegación ucraniana fue la que más aplausos se llevó en la ceremonia de inauguración celebrada en el ‘Nido de Pekín’, el icónico estadio que ya albergó los Juegos de 2008. En ella no estuvieron los deportistas rusos ni bielorrusos, a los que el Comité Paralímpico Internacional decidió excluir tras las amenazas de otros países de competir si estaban ellos.