Tres atletas rusos, entre los que se encuentra Yulia Chermoshanskaya, campeona olímpica de relevos 4×100 metros en los Juegos de Pekín de 2008, reconocieron haberse dopado tras los reanálisis de sus muestras sanguíneas tomadas entre 2008 y 2013, anunció este miércoles la Federación Rusa de Atletismo (Rusaf).
Chermoshanskaya ya fue suspendida dos años después del reanálisis de sus muestras de sangre tomadas en 2008, que revelaron positivo por dos sustancias prohibidas, estanozolol y turinabol.
Los otros dos atletas rusos, los lanzadores de peso Anna Omarova y Soslan Tsirikhov, también admitieron haberse dopado tras el control positivo de sus muestras de sangre obtenidas en los mundiales de 2011 y 2013.
El pasado 19 de abril, cinco atletas rusos confesaron por primera vez haberse dopado tras los reanálisis de sus muestras sanguíneas tomadas durante los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y el Mundial de 2013.
La coordinadora antidopaje de la Rusaf, Elena Ikonnikova, había señalado a la AFP que otros atletas podrían imitarlos con la esperanza de ver sus futuras sanciones reducidas por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).
«Esperemos que esto pueda acelerar el proceso de reintegración de la Rusaf», declaró este miércoles a la AFP Ikonnikova por teléfono.
El Comité Olímpico Internacional indicó en julio de 2016 que había hecho reanalizar 1.243 muestras tomadas en los Juegos de Pekín de 2008 y de Londres de 2012, gracias a los nuevos métodos científicos.
Varios atletas rusos que dieron positivos tras estos nuevos controles rechazaron los resultados y anunciaron su intención de recurrir.
El atletismo ruso está privado de las competiciones desde noviembre de 2015 y lo seguirá estando al menos hasta noviembre de 2017, por lo que se vio privado de los Juegos de 2016 en Rio y no estará presente en el Mundial de 2017 en Londres.