El mariscal de campo Tom Brady lideró a los Patriots al Super Bowl 53 de la NFL, al derrotar este domingo 37-31 a los Chiefs en la prórroga y ahora enfrentará a los Rams, que hicieron lo propio 26-23 ante los Saints también en el tiempo extra.
Con esta victoria, Brady disputará su noveno «Súper Tazón» y su tercero consecutivo, después de haber ganado el título en cinco ocasiones.
«Prórroga, en la carretera, contra un gran equipo… Ha sido un partido increíble. Estoy cansado», dijo el eufórico quarterback de los de Nueva Inglaterra luego de su penúltima gesta. Y es que, a pesar de sus 41 años de edad, Brady sigue dando la razón a los que lo señalan como el mejor jugador de la NFL de todos los tiempos.
Bajo un ambiente gélido, fuera de casa y ante el mejor equipo ofensivo de la liga, Brady gritó presente desde el comienzo, dando una ventaja de 14-0 a los suyos al descanso. Pero enfrente, los locales, liderados por su mariscal Patrick Mahomes, revirtieron la situación en un choque lleno de decisiones arbitrales controvertidas y, con un parcial de 24-14 en el último cuarto, llevaron el choque a la prórroga. Allí, Brady no tuvo piedad y lideró el drive decisivo para la anotación de carrera de Rex Burkhead, que dejó sin opciones a los Chiefs y a Mahomes de poder contestar la jugada.
El quarterback de los Patriots lanzó para 348 yardas (30/46) con un touchdown y dos interceptaciones, mientras el running back Sony Michel dejó su impronta con 29 carreras, 113 yardas terrestres y dos anotaciones.
Por los locales, el joven Mahomes, de 23 años y uno de los favoritos a hacerse con el premio al Jugador Más Valioso de la temporada, demostró por qué es el futuro de la liga con tres touchdowns y 295 yardas aéreas (16/31). Ahora, New England luchará por el título el 3 de febrero en Atlanta.