La atleta venezolana Yulimar Rojas sigue saltando más alto, llegando más lejos y, consecuentemente, rompiendo récords.
Nacida en Caracas en 1995, pero criada con sus seis hermanos en un humilde barrio de Puerto La Cruz, en el oriente de Venezuela, Yulimar mostró desde temprana edad su interés por el deporte.
Jugó vóleibol y probó otras facetas del mundo del atletismo, pero fue en el triple salto que su talento se volvió evidente.
Y a lo largo de su carrera, el destino le daría la razón a todos los que creyeron en ella desde el principio.
Con apenas 25 años y una imponente estatura de 1,92 metros, la atleta venezolana hizo historia este domingo al batir el récord olímpico y mundial, consiguiendo la medalla de oro en el salto triple femenino en Tokyo 2020.
Rojas, quien además se convirtió en la primera mujer venezolana en ganar un oro olímpico, alcanzó los 15,67 metros con un impresionante salto, superando la marca olímpica de la camerunesa Francoise Mbango de 15,39 m y el récord mundial de 15,50 m que la ucraniana Inessa Kravets obtuvo en 1995, antes de que Rojas naciera.
Un sueño hecho realidad
«Un sueño hecho realidad, ¿qué te puedo decir? Campeona Olímpica, recordista mundial aquí en Tokio y un sueño que tenía desde chiquilla, hoy se materializa y estoy muy feliz de poder vivir esta experiencia (…) Soy ahora la chica más feliz del planeta», aseguró una Yulimar radiante ante un grupo de periodistas al finalizar la competición este domingo.
«No hay palabras que lo puedan describir ahora mismo. Yo estoy en una nube. No me lo creo. Hemos cumplido, ha sido un largo recorrido que hoy se materializa aquí en Tokio como la nueva era de Yulimar Rojas», agregó.
Fue durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 que la venezolana comenzó a soñar con convertirse en una atleta, tras la participación del equipo de voleibol de Venezuela en aquella cita deportiva.
«Yo estaba emocionada con la selección de voleibol que había clasificado a los Juegos Olímpicos de Beijing, pero cuando fui al polideportivo no había entrenadores de voleibol, y fueron los de atletismo los que me vieron, y de inmediato se fijaron en mí», recordó en 2016 en una entrevista con el portal de noticias venezolano Runrunes.
Ejemplo de lucha y de constancia
Poco sabía aquella niña de 13 años amante de la salsa, el vallenato, el merengue y el reggaeton que su sueño se haría realidad.
«El sueño nació en el ranchito (vivienda humilde), que se mojaba (…) me daba miedo con las tormentas, con las lluvias, se movía y ahora soy una Yulimar Rojas consagrada. Es un ejemplo de lucha y de constancia, de que si crees y luchas por tus sueños los puedes conseguir».
Dos años después participó en los XVIII Juegos Nacionales de Venezuela, en el Estado Lara, ganando la prueba de salto alto con 1.70 metros.
En 2011, la venezolana obtuvo su primer gran logro internacional en el Campeonato Sudamericano Juvenil de Atletismo en Medellín, Colombia, en el que venció en salto alto, con 1.78 metros
En los años posteriores siguió batiendo récords y coleccionando medallas hasta ganarse un merecido puesto en sus primeros Juegos Olímpicos, en Río de Janeiro 2016.
El 14 de agosto de ese año obtuvo su primera medalla olímpica de plata en triple salto con marca de 14,98 metros, ubicándose detrás de la colombiana Caterine Ibargüen.
Y en 2020 Yulimar Rojas fue nombrada atleta del año por World Athletics.
«No puedo creerlo (…) No tengo palabras. Estoy un poco sorprendida. Me veía entre las candidatas por lo que habíamos hecho en el año, pero no para ganar», expresó Rojas poco después de enterarse de la decisión de World Athletics.
«Las mujeres podemos llegar a lo más alto»
Pero su participación en Tokio que la catapulta como una superestrella del atletismo mundial confirma que el título de atleta del año lo tenía bien merecido.
Desde su primera aparición en Tokio, Rojas no dejó dudas de que llegaría lejos.
De hecho, solo necesitó un intento para entrar en la final del triple salto femenino marcando el mejor récord de la ronda de clasificación, con un salto de 14,77 metros, suficiente para avanzar cómodamente.
«Entré a la prueba con mucha tranquilidad y no tuve problemas para clasificar, y ahora estoy pensando en la final», afirmó Rojas en ese momento.
«Es algo que quiero con todo mi corazón, mi enfoque está en la medalla olímpica. Sé que habrá buenos resultados y será un verdadero espectáculo», agregó.
Y al final, su perseverancia y sus ganas de llevarse esa medalla a su país rindieron sus frutos.
«Yo siempre he dicho que quería ser la primera mujer en conseguir una medalla de oro olímpica en Venezuela. Siempre lo he tenido presente, siempre ha estado allí latente en mi corazón y es lo que me ha levantado cada día, es lo que me ha hecho ser lo que soy», aseguró Rojas desde Japón este domingo.
«Las mujeres podemos llegar a lo más alto y hacer historia».
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