El español Rafael Nadal conquistó por décima vez el Masters 1000 de Montecarlo y se convirtió en el tenista con más títulos sobre tierra batida tras exhibirse este domingo frente a su compatriota Albert Ramos en dos sets 6-1 y 6-3.
Con 50 trofeos sobre arcilla, el mallorquín, de 30 años de edad, superó al argentino Guillermo Vilas.
En Barcelona, Nadal también buscará coronarse la semana próxima por diez veces al igual que en el Roland Garros, que se celebrará entre el 28 de mayo y el 11 de junio.
Desde 1968, cuando se profesionalizó el tenis, nadie había ganado 10 veces un mismo trofeo, ni siquiera el suizo Roger Federer con sus 18 grandes títulos.
La eliminación prematura del británico Andy Murray, el serbio Novak Djokovic y el suizo Stan Wawrinka facilitaron la tarea para conservar su corona en el Principado.
Su vínculo con Montecarlo nació en 2003 cuando Nadal tenía sólo 16 años. «Había alcanzado la tercera ronda saliendo de las clasificaciones… Nunca pensé en llegar hasta este momento entonces. Muchas gracias por todo lo que habéis hecho por mí», afirmó.
Sin suspense
Nadal sólo perdió una final ante Djokovic en 2013, cuando venía de ganar ocho veces seguidas entre 2005 y 2012.
Al día siguiente de su duelo frente al belga David Goffin (6-3, 6-1), empañado por un error arbitral, el manacorí se mostró intratable sobre la pista, haciendo que el suspense por repetir una final española interesante, como la de Nadal contra David Ferrer en 2011, desapareciera.
El ex número 1 del mundo, séptimo actualmente, dejó sin opciones a Ramos, quien disputaba su primera final en Masters 1000.
El catalán, de 29 años, que también juega con la izquierda como Nadal, no pudo reproducir el juego demostrado a lo largo de la competición, como hizo en sus victorias frente a Murray en octavos y al croata Marin Cilic (N.8) en los cuartos de final.
«Se trata de uno de los torneos más bonitos de la ATP. El pasado lunes, no pensaba en jugar la final frente a uno de los grandes de la historia», aseguró Ramos, número 24 del mundo.
Ángulos imposibles
Dominado por el célebre golpe de derecha del mallorquín, el invitado sorpresa de esta final intentó remontar en la segunda manga, pero cedió en el quinto juego (3-2).
Ramos redujo la diferencia al lograr un juego en blanco e incluso llegó a inquietar a Nadal en su servicio poniéndose con 30-0 a su favor. Pero, el mallorquín recuperó el dominio de la pelota, colocando sus golpes en ángulos imposibles de alcanzar por su rival y relazándose así en su camino hacia la «Décima».
Ramos levantó dos pelotas de partido de Nadal, pero al final cometió una doble falta, que encumbró al manacorí a su título número 70 en su carrera, el primero del año tras las finales perdidas en el Abierto de Australia, Acapulco y Miami.
«Fue un poco mejor en todos los aspectos. No pude servir bien. En cambio, él lo hizo muy bien», subrayó el de Mataró.
Prosiguió: «El plan fue meterle presión en el resto, pero fue demasiado bueno en el servicio. No jugó su mejor tenis, pero lo hizo realmente a un nivel alto».