La polaca Iga Swiatek puso fin este jueves a la aventura parisiense de la argentina Nadia Podoroska, a la que venció en semifinales de Roland Garros por 6-2 y 6-1 en 1 hora y 10 minutos.
La jugadora de Rosario, la primera tenista que desde la fase previa alcanzaba las semifinales de Roland Garros, no encontró soluciones para detener el vendaval de una rival de 19 años de edad que se plantó en su primera final de un grande sin ceder un set.
Swiatek se convierte en la primera polaca en llegar a la final de París, donde se medirá contra la ganadora del duelo entre la estadounidense Sofia Kenin, cuarta favorita, y la checa Petra Kvitova, séptima.
Fue el primer partido desde que comenzó el torneo en el que Podoroska se mostró impotente contra su rival. En su segunda participación en un Grand Slam, la rosarina se marcha de París como una tenista nueva, a punto de aterrizar entre las 50 mejores del mundo, tras haber derrotado en el camino por vez primera a una «top-20».
La argentina se quedó en el mismo estadio en el que en cinco ocasiones lo hizo en Roland Garros su compatriota Gabriela Sabatini y fracasó en su intento de convertirse en la primera argentina en la final de París.
Pero su gesta es ya impresionante, puesto que partió como la 131 del mundo y tuvo que ganarse el derecho a jugar el tablero final a través de la fase previa y en el camino dejó a rivales de mucho pedigrí, como la ucraniana Elina Svitolina, que partía como tercera favorita.
Una gran actuación para la ganadora del oro en los últimos Panamericanos, que por vez primera inscribió su nombre en el circuito mundial, en el que a partir de ahora tiene el reto de mantenerse.
Podoroska, que hace unos años se planteaba si podría seguir en el circuito, tiene ahora abiertas las puertas de los principales torneos y una seguridad económica que le permite afrontar con garantías los próximos años, con la cabeza centrada solo en el tenis.
Algo que, camino de las semifinales de París, las primeras que disputaba una argentina desde que lo hizo Paloa Suárez en 2004, le ha servido para brillar.
Pero el descaro mostrado hasta ahora no fue suficiente contra la fogosidad de Swiatek, octavofinalista del año pasado y que ha ido arrasando en este 2020, en el que llegó incluso a vencer en dos sets a la rumana Sofia Halep, que venía como favorita por su ranking y porque había ganado en Roma.
Admiradora confesa de Rafael Nadal, la polaca no dio opciones a su rival con un juego agresivo. Se colocó 3-0 en cada una de las dos mangas asestando un golpe moral a la argentina, que no se pudo recuperar.
Swiatek se presenta en la final con una eficiencia increíble, porque la media de sus partidos es la misma que la del duelo de este jueves.
La polaca se mantiene también en el cuadro de dobles femenino junto a la estadounidense Nicole Melichar, con quien se jugará este viernes un puesto en la final frente a la pareja formada por la chilena Alexa Guarachi y la estadounidense Desirae Krawczyk.
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