Roman Zozulya fue protagonista este fin de semana en la segunda división del fútbol español en un encuentro en el recinto de Vallecas entre el Rayo Vallecano y el Albacete.
Esta vez la razón de su protagonismo no tuvo que ver con goles o jugadas en las que haya estado involucrado, sino por ser el motivo principal de los señalamientos que vinieron desde la grada.
El delantero ucraniano del Albacete recibió insultos de la que pudo ser su afición en 2017 y, tanto fue creciendo la tesitura en el partido, que la repetida expresión “puto nazi” obligó a los responsables del encuentro a suspender el careo.
Así pues, el jugador convocó una rueda de prensa en la que se defendió de las acusaciones que lo señalan de ser un nazi.
“Todo lo que se dice sobre mí no es verdad. Solo soy un futbolista y patriota de mi país”, dijo. A su vez, extendió que: “Soy partidario de mi país. Soy apolítico y contrario a todas las ideologías”.
Agradeció el apoyo
Después de vivir en la polémica y el rechazo en campo de Vallecas, el ucraniano también ha recibido muestras de apoyo, incluso del mismo presidente de su país, Volodymyr Zelensky.
“Quiero preguntar, he recibido el apoyo de presidente de mi país ¿Algún presidente apoyaría a un nazi?”, expresó Roman Zozulya.
Y agregó: “Gracias a todo el pueblo ucraniano por el apoyo y a la gente que está luchando porque haya paz en el mundo. Gracias al presidente de Ucrania por su apoyo”.
Asimismo, el atacante adelantó que va a encaminar sus esfuerzos en contra de este tipo de incidentes y “discriminación”.
“Me voy a reunir con la dirección del equipo y seguro que haremos algo. Estoy cansado de escuchar este tipo de insultos”, apuntó.
La historia de la novela
Muchos que lleguen a este información y se topen con el nombre de Roman Zozulya probablemente no entienda el origen de esta situación, una que data de algunos años atrás.
El delantero empezó a unirse a todo este escenario en el momento que surgió el conflicto armado entre Rusia y Ucrania en el 2014, una vez que el jugador se unió a la causa ucraniana aportando económicamente y con su imagen.
Zozulya siempre ha rechazado que le señalen como miembro de alguna organización paramilitar de derecha: “Me acusan de fascista por apoyar al ejército ucraniano contra los terroristas prorrusos y no lo soy”.
También lo acusan de Nazi
Sin embargo, su afiliación a las ideas nazi se empezó a gestar tiempo después y fue a través de una imagen compartida por el futbolista en un domo de baloncesto, que despertó cierta suspicacia por tener algunas semejanzas con símbolos históricos de esas ideas.
Si se analizara la fotografía compartida a simple vista no pareciera tener mayor relevancia, solo hasta el momento en que alguna persona detallista observe que la misma cuenta con tres números curiosos: un marcador con resultado final 14-88 y el número 18 fijado en la camisa de Zozulya.
Estos tres números tienen apego con ideas nazistas. El 18 significa las iniciales de Adolf Hitler, ejemplificado en la numeración del alfabeto: A = 1 y H = 8.
A su vez, lo mismo ocurre con el 88, que significa Heil Hitler. Mientras que el 14 tiene su origen en las “catorce palabras” pronunciadas por David Lane: “Debemos asegurar la existencia de nuestro pueblo y un futuro para los niños blancos”.
Así pues, es como esta polémica ha generado mucho estupor en la opinión pública, sobre todo en la afición del Rayo Vallecano, una que impidió que el jugador pudiera firmar con el equipo en 2017 por acusarlo de nazi y por respaldar ideas pro ejercito ucraniano.
“Todo empezó cuando firmé mi contrato con el Rayo. Dijeron que así iba a ser porque defendía al ejercito ucraniano y ellos estaban al otro lado. Ellos no van a cambiar su opinión”, subrayó el atacante.
De manera que, falta ver cuál es la reacción de La Liga ante todo este escenario y si el conjunto de Vallecas recibe una sanción severa por el organismo de disciplina del certamen.