DEPORTES

Selección paralímpica buscará en Lima las marcas que le lleven a Tokio 2020

por Avatar EL NACIONAL WEB

José Gregorio lucha por abrirse paso en el Metro con su silla de ruedas. Ericsson se esfuerza por subir a una unidad del transporte público y no tener que caminar con la prótesis en la pierna. Antes de saltar a la piscina o ir al gimnasio Uriel busca una solución a su problema con el ingreso a la universidad.

Con estas pequeñas batallas cotidianas y otras más lidia la selección nacional paralímpica de natación, que debe sobreponerse a todo y concentrarse en los entrenamientos que le llevarán el próximo año a los Parapanamericanos de Lima, en busca de medallas y también de marcas que les den un boleto a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

“Ahorita no hay sicólogo, los asignan 15 días antes de las competencias. Tampoco comedor para la preselección nacional”, dice Peggy Jiménez, entrenadora de Distrito Capital. “Pero no nos detenemos. A vece ni siquiera contamos con una piscina para trabajar, pero siempre alguien consigue una solución”.

Eso ha generado algunos problemas en el pasado, mientras Jiménez lucha por devolverles las ganas de entrenar.

“Hay atletas que se pierden de los entrenamientos. Se desmotivan por la falta de fogueo, porque no saben si vale la pena tanto sacrificio si no hay competencias en el calendario”, apunta.

Las becas por ser parte de la selección de Distrito Capital son de 5 Bs. Las de selección nacional están en revisión, por políticas de la nueva Federación, ahora encabezada por Inés Solórzano.

Con vista a Tokio. José Gregorio Montilla y Ericsson Bermúdez, ambos de 18 años de edad y con discapacidad motora, y Uriel Machado, de 29 y discapacidad intelectual, tienen marca A para competir en Lima. Los dos primeros trajeron medallas en octubre en los Abiertos Nacionales que se disputaron en Barranquilla.

A esa cita no pudo ir Machado, pues no hubo clasificadores para su modalidad. Sin embargo, ya había logrado la marca clasificatoria a los Parapanamericanos en 2017, en Sao Paulo.

Jiménez espera grandes cosas de ellos y también de otros miembros del equipo, como Belkys Mota (visual) y José Lucena.

“Veo a mis muchachos en Tokio”, sentenció. “En Lima tendrán la única oportunidad de lograr la clasificación, no hay más, por eso ya saben que este año tampoco hay Navidad”.

Antes de la justa de mediados de año en la capital peruana tendrán que cumplir algunos compromisos. Dos nacionales en diciembre y otros dos internacionales en el primer trimestre de 2019.

Del 14 al 16 de diciembre el club Tiburones sobre Ruedas organizará la segunda edición de la Copa Natación. Unos días después, 19 y 20, con aval del IND y Copaven se disputará el Campeonato Nacional para atletas con discapacidad, que servirá de chequeo.

En febrero y marzo la selección nacional debe viajar a la Copa Caixa en Brasil y una competencia en Argentina.


Vidas en el agua

Bermúdez, Montilla y Machado no recuerdan su vida sin la natación. “Nado desde que nací”, dice Montilla. “Empecé a entrenarme a los 4 años. Claro que da miedo cuando empiezas, pero se te quita cuando aprendes a dominar el agua”. Bermúdez, amante de la playa y de la lectura, siempre estuvo cerca del agua, pero se tomó la natación en serio por una escoliosis. Los dos primeros combinan los entrenamientos y competencias con estudios universitarios, en contaduría y comunicación social respectivamente. Machado, que acaba de ser nombrado Atleta del Año en Distrito Capital en el renglón discapacidad, quiere cursar Mecánica Automotriz. Jiménez, su entrenadora, ha dedicado su vida a trabajar con atletas con discapacidad, una sensibilidad que nació en su infancia cuando tuvo un amigo que murió por el polio.