La bielorrusa Aryna Sabalenka (2), campeona del Abierto de Australia, admitió durante la entrega de trofeos que puso un poco de presión a su equipo tras su estrepitosa caída en la final ante la kazaja Elena Rybakina por 6-0 y 6-3, y que, después de ello, fueron capaces de hacerlo mejor en Melbourne.
Sabalenka se impuso en la final a la china Qinwen Zheng (12) por un contundente 6-3 y 6-2, que sirvió para completar dos semanas impecables en las que no cedió un solo set, para defender la corona que consiguió en la edición pasada.
«Han sido dos semanas increíbles. Como siempre, el discurso va a ser un tanto extraño. Puse un poco de presión a mi equipo después de la final en Brisbane y aquí lo hemos hecho mejor», explicó una Sabalenka que dijo que intentaría no emocionarse tras conquistar su segundo título slam.
«Quiero agradecer a Evonne (Goolagong) porque eres una inspiración para todas nosotras. Quiero también felicitar a Qinwen, sé que es un sentimiento muy duro pero eres muy joven y una gran jugadora. Vas a llegar a muchas finales como esta y sé que lo conseguirás», dijo a la china Zheng, que romperá por primera vez en su carrera la barrera del top-10 tras su magnífico recorrido en Melbourne Park.
«Quiero agradecer también a mi familia, porque siempre me olvido de ellos en estos discursos. No sé si debería seguir en inglés porque no se van a enterar de nada», dijo entre risas la número dos del mundo.
Zheng, por su parte, subió a recoger la placa de subcampeona con rostro contrariado porque, según ella, «podría haberlo hecho mejor».
«Quiero felicitar a Aryna por haber jugado tan bien. Es mi primera final y siento un poco de pena. Es una situación difícil, podría haberlo hecho mejor», comentó la jugadora entrenada por el español Pere Riba.
«Gracias a mi equipo por haberme ayudado a llegar hasta aquí. Me ha encantado jugar este Abierto de Australia», concluyó la asiática de 21 años tras disputar su primera final de un major.