Rubén Limardo, campeón olímpico de la espada en Londres 2012, clasificó este lunes a los octavos de final en el torneo individual de la especialidad en Santiago-2023, tras ganar tres de sus cinco combates de la primera fase.
Limardo, de 38 años de edad, comenzó con buena mano la búsqueda de su cuarto oro individual en su historial en los Juegos Panamericanos, al vencer 3-2 al cubano Daniel Carrión en su estreno.
El espadista, que defiende el título panamericano de Lima 2019, repitió triunfo ante el colombiano Hernando Roa, 1-0.
Sin embargo, después las cosas se complicaron para él con dos derrotas en fila: una contra el joven estadounidense Samuel Imrek, de 18 años, 5-2; y otra contra el canadiense Dylan French, 2-1.
El esgrimista de Ciudad Bolívar reencontró la victoria en su último combate de primera fase, al batir 5-2 al local Jorge Valderrama.
Limardo se enfrentará más tarde, este mismo lunes, al cubano Yordan Ferrer en la ronda de 16.
Limardo ganó tres oros panamericanos individuales en Rio 2007, Toronto 2015 y Lima 2019, más un oro por equipos en la cita canadiense. Su cuenta de medallas en el evento hemisférico incluye además cuatro platas y un bronce.
Solo cuatro deportistas de Venezuela han ganado oros en los Juegos Olímpicos: el boxeador Francisco «Morochito» Rodríguez en México-1968, el taekwondista Arlindo Gouveia en Barcelona-1992, Limardo en Londres-2012 y la atleta Yulimar Rojas en Tokio-2020.
La presea dorada de Gouveia no recibió reconocimiento oficial hasta 2018, pues en 1992 el taekwondo era una disciplina de exhibición.
Hace cuatro años en Lima, Rubén Limardo ganó la final panamericana de la espada contra uno de sus hermanos, Jesús.
En Santiago comparte esta vez la competencia junto a otro de ellos, Francisco.
Francisco Limardo avanzó con récord de 4-1, al ganar sus combates contra el mexicano Pablo Florido (5-3), el brasileño Fabrizio De Andrade (2-1), el canadiense Nicholas Zhang y el chileno Pablo Núñez y caer ante el argentino. Jesús Lugones (5-3).
El venezolano entra directo a los cuartos de final, etapa en la que esperará por su hermano mayor si este supera al antillano Ferrer.