El delantero peruano Jefferson Farfán recordó al español Raúl González como el jugador más impresionante que conoció durante su paso por la Bundesliga, donde ambos compartieron vestuario en el Schalke 04.
En una videoconferencia pública por Instagram con su amigo y compañero de selección Paolo Guerrero, Farfán aseguró que Raúl «era una cosa increíble de ver en los entrenamientos».
La selección portuguesa donó un millón de euros al fútbol aficionado
«Te lo juro Paolo. Se burlaba de los arqueros. Hacía goles con la derecha y con la izquierda, y hasta sombreros. Hacíamos ‘camotitos’ (rondos) y a todos les hacía ‘huacha’ (túnel)», comentó Farfán, actual jugador del Lokomotiv de Moscú, sobre la leyenda del Real Madrid.
Por su parte, Guerrero destacó al neerlandés Roy Makaay, del que dijo que «a la hora de definir era un fenómeno», como comprobó cuando coincidieron en el Bayern de Múnich.
«Tengo que aceptar que era increíble verlo definir. No era de mucho regate pero dentro del área era imposible que se perdiese un gol. Le pegaba con izquierda y con derecha. Yo no sabía cuál era su pierna buena», contó Guerrero, que ahora milita en el Internacional de Porto Alegre.
La conversación pública entre las dos estrellas de la selección peruana, amigos íntimos desde que se formaron en la academia de Alianza Lima, sirvió para hacer más llevadero el confinamiento que miles de seguidores acatan por la crisis sanitaria de la covid-19.
ADVÍNCULA, EL CABALLO DE GUERRERO
Durante su divertida charla, ambas figuras compartieron muchas anécdotas e incluso Guerrero reveló que uno de los caballos de carrera que tiene lo ha bautizado como ‘El Rayo’ Advíncula, en honor al lateral derecho del Rayo Vallecano y de la selección peruana.
«Imagínate tener un caballito como Advíncula ahí en el hipódromo», comentó Farfán a su «compadre» por la velocidad del jugador del Rayo, apodado también como ‘Bolt’ por ser uno de los más futbolistas más rápidos del mundo gracias a su potencia.
«¡No sabes! Le he puesto a uno de mis caballos que va a debutar ‘El Rayo Advíncula’. Está rápido, compadre», espetó Guerrero ante las risas de su amigo.
Los caballos de carrera son una de las pasiones fuera de las canchas de Guerrero, que es dueño de una caballeriza y a veces acude de espectador al hipódromo de Lima.
Luego también se refirieron la cantidad de anuncios de televisión que hace Advíncula: «Ese negro no pierde oportunidad. Hace comerciales de todo. Dice que quiere hacer hasta comerciales de frijoles (alubias) con tal de que le den su ‘candela’ (dinero). Ese zambo es lo máximo», comentó Farfán.
LA TRAVESÍA FRUSTRADA DE GUERRERO
Las dos estrellas de la Blanquirroja contaron cómo están viviendo estos días de aislamiento en sus respectivos países y sin actividad después de que el fútbol haya sido suspendido sin una fecha aún clara para su reanudación.
Sin nada que hacer más que intentar mantenerse en forma, Guerrero confesó a Farfán que incluso se le había pasado por la cabeza viajar por carretera desde Porto Alegre (Brasil) hasta Lima, en un trayecto de 4.200 kilómetros que implica cruzar Sudamérica de este a oeste y más de 48 horas al volante.
«Me imaginé viendo el paisaje y conociendo las ciudades, pero luego vi que todas las fronteras estaban cerradas. Si no, posiblemente lo hubiese hecho. Quería irme a Lima, te juro. Quería ver a mis papás», dijo Guerrero ante la sorpresa de Farfán.
«Obviamente, ¿y tú te crees que yo no?», le respondió ‘la Foquita’. «Yo también quiero a ver a mi viejo, pero no sé dónde mierda voy a buscar a ese negro. No lo veo hace 35 años», soltó Farfán en otra broma de las suyas, ya que sí lo visita usualmente.
El jugador del Lokomotiv afirmó que ya no sabe qué más hacer en su vivienda de Moscú. «Ya entrené en todos los espacios de mi casa. No sé dónde más entrenar. Creo que me voy a colgar del árbol», bromeó Farfán.
Sin embargo, el delantero afirmó que acata las normas a rajatabla y no sale ni siquiera a comprar. «Como me han dicho que es Putin, yo no salgo ni a ‘putinear’ a la puerta», concluyó.