El entrenador del FC Barcelona, Quique Setién, admitió al finalizar el partido contra el Nápoles (1-1) que su equipo va muy justo de efectivos, y más para el partido de vuelta dentro de tres semanas en el Camp Nou, donde Sergio Busquets y Arturo Vidal no estarán por sanción.
Setién comentó que ya sabía en qué circunstancias tendría que jugar con un Barsa con una plantilla muy ajustada: “Esto ya lo sabíamos. Somos conscientes de ellos y ahora no se puede hacer nada”.
“En la vuelta no jugaremos ni con diez ni con nueve. Encontraremos soluciones”, garantizó el entrenador azulgrana justo al acabar el partido en la zona mixta.
Del empate de su equipo, Setién dijo: “Ha sido un partido igualado. Hemos tenido más control, pero ninguno de los dos equipos ha generado muchas ocasiones. A nosotros nos ha costado encontrar espacios, especialmente en la primera parte”.
Setién consideró que el 1-1 “es un buen resultado, sabiendo que hay otro partido de vuelta en casa”.
De los problemas con los que se topó el Barcelona frente un Nápoles ultradefensivo, y que no supo lidiar, destacó por encima de todo “el trabajo defensivo que ha hecho el Nápoles, con todo el equipo encerrado en su área”.
“Nos ha costado encontrar a nuestros interiores. Y al final no hemos generado acciones. Sabíamos que era una cuestión de paciencia”.
“Al final, en la segunda parte al Nápoles ya le costaba bascular y encontramos el gol. Si hubiésemos tenido más paciencia, hubiésemos hecho más daño”, añadió.