Cuando Cristiano Ronaldo colocó el balón para cobrar una falta a cinco minutos del final del encuentro entre Portugal y España, sus hinchas en la redacción de El Nacional dijeron: “Sí puede marcarlo. Lo ha hecho en otras ocasiones”. Mientras que sus detractores señalaron: “¿Cómo Piqué le va a hacer esa falta al parcha ese? Debe ser que anoche estaba de waka waka con Shakira”.
Y sí. El astro lusitano puso las cosas en orden para que su selección saliera con un punto, cuando estaba a minutos de salir del estadio de Sochi con las manos vacías.
El nacido en la isla de Madeira ahora tiene un festejo en el que, después de dar el salto y abrir los brazos, se toca la barbilla. Con sus tres tantos de ayer pasó a encabezar la lista de goleadores y en un día igualó lo hecho en los tres mundiales anteriores en los que participó.
Hasta ahora, el encuentro entre estas potencias ha sido lo mejor de la cita en Rusia. Ambos equipos salieron con todo en procura de los tres puntos. Cristiano, en una de avispado, provocó la falta dentro del área a los tres minutos de juego y convirtió con contundencia. Después aprovechó una falla del guardameta De Gea y con el tiro libre efectivo, terminó llevándose el balón para su casa.
Ya está bien de Cristiano. Ahora tenemos que cruzar la calle para buscar a Fernando Hierro y su tropa. Con la actuación de ayer la furia española hizo olvidar todo el rollo que se armó con la destitución de Julen Lopetegui a dos días de jugar el Mundial. ¿Quién es Lopetegui?, se preguntaban jugadores y aficionados. Diego Costa, quien ahora sí fue bautizado como un español real (nació en Brasil), fue la bujía de una oncena que debe pasar a octavos con comodidad y que vuelve a ser candidata para levantar la Copa. “Nos hemos sobrepuesto a todo tipo de adversidades, el equipo tuvo personalidad”, apuntó el nuevo DT.