Qatar expulsó a decenas de trabajadores extranjeros que participaron en una protesta para reclamar salarios impagados, a menos de tres meses del Mundial de Fútbol que se celebrará en ese país, informó el lunes una ONG británica.
Las autoridades de Qatar han recibido múltiples críticas de organizaciones internacionales por el trato a cientos de miles de trabajadores en el territorio. Los empleados, llegados principalmente de Asia para levantar las infraestructuras del Mundial 2022, fueron detenidos, pero las autoridades se negaron a decir si los expulsaron.
En una manifestación el 14 de agosto, al menos 60 trabajadores –algunos de los cuales llevaban hasta siete meses sin recibir su salario- bloquearon la circulación ante la compañía Al Bandary en Doha. Así lo indicó en un comunicado Equidem, una consultoría de derechos humanos y derechos laborales con sede en Londres.
«Hablamos con trabajadores que se manifestaron y a uno de ellos lo expulsaron a Nepal. Confirmamos que regresó a su país y que otros de Nepal, Bangladesh, India, Egipto y Filipinas también vivieron lo mismo», dijo el director ejecutivo de Equidem, Mustafa Qadri.
El gobierno qatarí admitió que «una minoría» de manifestantes no pacíficos que «infringieron las leyes» se arriesgaban a la «expulsión».
El ministerio de Trabajo, por su parte, declaró que pagaba los salarios de los trabajadores de Al Bandary. Asimismo, dijo que se tomaron «medidas» contra la empresa, que ya tenía una investigación por impago de salarios.
El inicio del Mundial será el 20 de noviembre.
Doha asegura que tomó medidas para mejorar las condiciones de los trabajadores extranjeros. Entre ellas, un salario mínimo mejor y la prohibición a los empleadores de impedir a sus empleados abandonar el país o cambiar de trabajo.
Grupos de defensa de los derechos humanos pidieron a la FIFA que indemnice a los trabajadores.