DEPORTES

¿Por qué triunfó la halterofilia en Tokio?

por Avatar Alba Freitas

El exitoso desempeño de los atletas venezolanos en halterofilia durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 sentó un precedente en la historia de la disciplina en Venezuela y capturó la atención del país y de Latinoamérica. Cuatro atletas brillaron en la capital japonesa. Dos consiguieron medalla y dos diplomas olímpicos: Julio Mayora, plata en los 73 kg masculino; Keydormar Vallenilla, plata en los 96 kg masculino y los diplomas de Naryury Pérez (posición 7) y Yusleidy Figueroa (posición 6).

A diferencia de Yulimar Rojas y Daniel Dhers, los otros medallistas en Tokio, estos atletas se formaron en el país y protagonizaron una de las mayores alegrías para Venezuela en un momento marcado por la contingencia del covid-19 y la peor crisis del país. Sin embargo, la hazaña de estos venezolanos, alcanzada con constancia y perseverancia, es también el reflejo de 14 años de trabajo incansable por parte de la Federación Venezolana de Levantamiento de Pesas (Fevepesas).  Aunque la institución se fundó en 1951, no fue sino hasta el año 2004, con la llegada de Eddie Suárez a la junta directiva, que se planteó la idea sobre la que se sostiene el éxito actual: formar a los atletas jóvenes mientras los adultos destacan en los juegos olímpicos.

El profesor Suárez, quien también se destacó como juez y árbitro en varias competencias como los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, señaló la importancia de apoyar a los atletas desde sus inicios. Consideraba importante no esperar a que los atletas adultos terminaran su vida deportiva para empezar a forjar nuevas generaciones. La idea se consolidó con la llegada de Pedro León Torres a la presidencia de Fevepesas en 2008 con una gestión y un trabajo en equipo que continuaron hasta la llegada, en 2017, de su actual presidente, Luis Seijas.

«En los años de Pedro León Torres se tuvieron resultados increíbles: medalla de plata de Mayora en Sub 17 Mundial y Keydomar Vallenilla, medalla de oro en ese mismo evento en 2016. Antes que ellos estuvo Génesis Rodríguez, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos Juveniles en Singapur 2010. Todo comienza allí y también con Eddie Suárez en 2004. El trabajo es un legado de Suárez, de León Torres que estuvo 8 años en la junta y ahora Seijas. Detrás del éxito está el que no se desviaran de los planes de la federación. La meta se persiguió sin importar quién estuviera a la cabeza», relata María Riquelme, jefe de prensa de Fevepesas entre 2008 y 2016, periodista especializada en deportes, actualmente radicada en Portugal.

Halterofilia Venezuela

Keydomar Vallenilla compitiendo durante su niñez | Foto Archivo

Por su parte, Juan José Sayago, periodista especialista en ciclo olímpico radicado en Estados Unidos, señaló que Fevepesas ha logrado tener un sistema de recambio generacional. Luego del triunfo de Israel Rubio, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos Atenas 2004, se formó a Junior Sánchez, quien consiguió diploma olímpico en los Juegos Olímpicos Londres 2012. De Sánchez se pasó a Julio Mayora y Keydomar Vallenilla, ambos medallas de plata en 2021, un relevo que ocurrió en menos de 20 años. Esto revela un trabajo constante con las nuevas generaciones que practican halterofilia en Venezuela, persiguiendo la federación siempre los mismos objetivos. La institución trabaja en equipo a pesar de las adversidades procurando la capacitación permanente de los entrenadores y manteniendo un gran número de atletas en los gimnasios.

Además, se implementa una política que le da mucha experiencia a los entrenadores: si bien hay un director técnico para las selecciones masculinas y femeninas, siempre rotan al entrenador jefe en las delegaciones. Como resultado, todos obtienen experiencia internacional. A juicio de Eumar Esaá, periodista especializada en deportes e integrante del equipo de prensa del Comité Olímpico Venezolano, que la federación esté inserta en el ámbito internacional le da un valor agregado a las gestiones que se realizan desde su administración. La Federación Internacional de Halterofilia (IWF por sus siglas en inglés), encabezada por Michael Irani, tiene una buena relación con Venezuela. «Eso se traduce en la participación en los campamentos de preparación, permiten árbitros venezolanos en las competencias y es muy importante estar involucrados con el arbitraje internacional. Estar en el escenario internacional es un valor agregado», comenta.

Halterofilia Venezuela

Henrry Velásquez junto a su pupilo Keydomar Vallenilla | Foto Twitter María Riquelme

Un tren en constante movimiento

Es probable que en Venezuela ya existan los atletas que tomarán el testigo de Mayora y Vallenilla porque la maquinaria de trabajo de Fevepesas no se detiene. Mientras los adultos se preparan para citas olímpicas, los atletas más jóvenes ya están entrenando para los campeonatos juveniles. Es como un tren en marcha, siempre está en constante movimiento, comenta Riquelme.

Halterofilia Venezuela

Julio Mayora con José Angarita y Hugo Vargas, tesorero y secretario de organización de la Fevepesas | Foto María Riquelme Twitter

La principal diferencia entre Fevepesas y otras instituciones, a su juicio, es el trabajo en equipo, que busca participar en muchos campeonatos para que estos atletas menores compitan internacionalmente. «Siempre sacan a todo el equipo para sumar puntos y obtener cupos a los Juegos Panamericanos o los Juegos Olímpicos. Pareciera que las pesas es un deporte individual, pero realmente necesitas al equipo para clasificar. En julio de este año fueron 20 deportistas a Colombia a competir; mientras más puntos sumen entre todos, más posibilidades hay de obtener cupos para los juegos. No fue fácil sacarlos, estuvieron 30 horas en un autobús porque no hubo presupuesto para viajar de otra forma», deja saber Riquelme.

Son el ejemplo de que en Venezuela sí se sigue formando atletas a pesar de las adversidades y sí se puede hablar de una generación de relevo. De los 20 que fueron se lograron los 10 cupos disponibles, 5 femeninos y 5 masculinos, para los juegos Panamericanos de la Juventud que se realizarán en Cali este año. Entre ellos está Katherine Echandía, una de las atletas en halterofilia que más está destacando en Venezuela y a quien Esaá y Riquelme consideran el relevo de los que triunfaron en Tokio este año.

Keydomar Vallenilla compitiendo cuando era niña | Foto Archivo

«Es impresionante que en medio de la crisis del país existan estos muchachos destacándose en la halterofilia. Existen porque las pesas llevan desde 2004 trabajando en el peor escenario posible, son resilientes y estas dificultades las hacen ver fáciles, aunque no lo parezca. Sacarle el pasaporte a estos 20 atletas fue bastante complejo, solo había presupuesto para llevarlos por tierra. Es increíble lo que lograron», relata Riquelme.

El trabajo de Fevepesas habla por sí solo: nunca ha dejado de hacer eventos. Los atletas se mantienen en concentración, nunca ha dejado de crecer y trabajar en equipo. «Sus egos no son importantes, pueden dejarlos a un lado para trabajar por el deporte, a diferencia de otras federaciones en las que no se da tan bien el trabajo en equipo», destaca Riquelme. El trabajo lleva más de 10 años haciéndose, un hecho en el que coinciden Esaá, Riquelme, Sayago y Luis Seijas, actual presidente de la federación.

«Uno de los retos alcanzados este año fue levantar el resultado deportivo de nuestra disciplina con los Juegos Olímpicos. Era necesario porque la halterofilia siempre ha sido un deporte estratégico en Venezuela. Sin embargo, teníamos 2 ciclos olímpicos con dificultades gerenciales. Una de las cosas que le planteé a mi equipo fue recobrar nuestros resultados para poder crear una credibilidad  ante las autoridades y poder defender nuestras solicitudes. Así fue», comenta Seijas, quien también fue secretario de la federación en 2015, profesional del deporte y entrenador de la selección nacional.

Yusleidy Figueroa obtuvo diploma en Tokio | Foto EFE

Ahora el esfuerzo está puesto en una meta mayor: la masificación de la halterofilia en Venezuela, conseguir material deportivo y el impulso de los institutos de deportes para que los atletas reciban mejor atención, sobre todo en cuanto a la parte alimentaria.

La federación forma a atletas desde la categoría Sub 11, categoría de fundamentos básicos, desarrollo, enseñanza y evaluación técnica de los niños. Normalmente cuentan con una población de unos 100 a 150 niños en el país. Luego está la categoría Sub 13, con un mismo promedio de atletas y la Sub 15, con 120 atletas.  Le sigue la categoría Sub 17, con un promedio también de 120 a 150 deportistas; la juvenil con 100 atletas y, finalmente, la adulto, con 30 o 40 atletas. En cuanto a entrenadores, hay aproximadamente 115 en el país.

Halterofilia Venezuela

Keydomar Vallenilla compitiendo en su adolescencia | Foto Archivo

El reto de persistir

Como federación las mayores dificultades se presentan en la planificación de la ruta de los atletas, cómo deben prepararse, en qué fecha deben viajar y, sobre todo, sus suplementos vitamínicos. «Eso va a depender mucho del tema económico, porque dependiendo de los recursos es que podemos cumplir ese objetivo de planificación, el cual nunca logramos al 100%. Aun así cumplimos 40% de lo que planteamos. Sin embargo, nuestros atletas han sido bastante consecuentes y nosotros hemos trabajado en la estrategia», comenta Seijas.

Todavía existe, además, la red nacional que se encarga de hacerle seguimiento a los deportistas dedicados a la halterofilia en Venezuela. Cada atleta forma parte de un club, los clubes les muestran los avances de sus miembros a las asociaciones y estas son las encargadas, en cada entidad, de llevar el registro a Fevepesas, quien está supeditada al Instituto Nacional de Deporte (IND).

En el interior probablemente los atletas no tienen dónde entrenar, así que la federación solicita presupuesto al IND y de allí se hacen las gestiones para que los atletas se trasladen a Caracas. Este fue el caso de Julio Mayora, comenta Eumar Esaá. «Mayora estuvo a punto de renunciar por la dificultad del transporte y fue la federación quien hizo todo lo posible para que no desistiera», señala la periodista sobre las dificultades de trasladar al medallista olímpico de La Guaira a Caracas para su preparación.

Julio Mayora casi desiste de continuar con su entrenamiento | Foto Archivo

La idea de Fevepesas siempre es multiplicar. Las asociaciones son las encargadas del entrenamiento, hacer seguimiento a través de los clubes. Luego las asociaciones le dan este material a la federación y allí es donde se da la red de apoyo nacional. «Esa red funciona bastante bien, la controlan sin problema y lo hacen muy natural. Quizás no es nada muy planificado hacerle el seguimiento a los atletas porque es un deporte de marca registro, es muy complejo que el atleta deje de levantar el peso o de la nada pueda levantar más», comenta, por su parte, Riquelme.

¿Y los recursos económicos?

Al igual que las otras disciplinas, la halterofilia en Venezuela depende 100% de los recursos económicos que pueda brindar el Estado. No recibe recursos  de empresas privadas. Existe un Fondo Único Nacional del Deporte, establecido por la Ley Orgánica del Deporte de 2011.  Ese fondo se alimenta con 1% de la contribución de las empresas que superan las 20 mil unidades tributarias en sus ganancias netas. «Pero el fondo nacional ya no está adscrito al IND sino a la Tesorería Nacional y es muy cuesta arriba pedir esos fondos», comenta Esaá.

Con ella concuerda Seijas, quien afirmó que es difícil solicitarle apoyo económico a las empresas privadas: «Cuando lo solicitamos, nos dicen que le dan 1% al Fondo Único Nacional del Deporte y que no nos pueden ayudar». Actualmente hay mucha limitación en los recursos destinados al deporte. Lo ideal sería lograr tener financiamiento propio para impulsar otros proyectos o ayudar más a los deportistas, tener más atletas concentrados, apoyar a las asociaciones del país, porque hay muchas necesidades. Seijas señala: «No tenemos material. Hay mucha, mucha deficiencia, incluso en el apoyo de los atletas en los estados. Si pudiéramos manejar recursos propios, haríamos más cosas. No todo debe enfocarse en el deporte profesional. Debe haber una mejor direccionalidad en cuanto al recurso, porque nosotros somos un deporte olímpico que siempre hemos dado resultados».

Fevepesas se ha enfocado mucho en levantar los resultados técnicos de la halterofilia en Venezuela, tanto así que durante el ciclo olímpico fueron una de las disciplinas con mejores resultados. Eso demuestra que no fue solo casualidad sino un trabajo de mucha organización, constancia y preparación. «Ojalá que este resultado lleve mucho a la reflexión y podamos impulsar las pesas en nuestro país», comenta Seijas.

Y agrega: «Para nadie es un secreto que la situación es difícil y sobre todo para los atletas de alta competencia. Un atleta amerita mucha inversión. Espero que estos resultados llamen a la reflexión de las autoridades para que direccionen los recursos. Hay que tener un equilibrio, para mantener el nivel hay que invertir. Considero que tenemos un gran material humano. Pero sí debe haber mayor inversión y darle el lugar que se merecen a los atletas y entrenadores. Sobre todo, hay que reconocer el trabajo que está haciendo Fevepesas».

 

La organización es parte clave del éxito, explica por su parte Riquelme. En Venezuela cada junta directiva de las federaciones varía, la ley solo exige que sean números impares los miembros y en Fevepesas son 7. «Hay una estructura administrativa que debe funcionar para llegar a ver el deporte como lo vimos en Tokio. Uno de los grandes problemas del deporte venezolano es que varias federaciones funcionan con una persona. Una sola persona es la que dirige, piensa y hace. Y no pueden funcionar así, tienen que ser un equipo de trabajo. Para mí Fevepesas es la única que trabaja en equipo, las decisiones se toman en equipo», destaca.

Naryury Pérez obtuvo diploma olímpico

Después de que se estableciera la Ley Orgánica del Deporte en 2011, Fevepesas decidió que la elección de la junta sería uninominal. Es decir, cada candidato se lanza solo. La idea partió del abogado deportivo José Angarita, que también forma parte de la institución, la única en Venezuela que tiene este sistema de elecciones. Son un equipo, reitera Riquelme. Aunque en Tokio se vea a un atleta, detrás de él hay un extenso equipo de trabajo apoyando y haciendo las gestiones para que la medalla guinde en su cuello.

París 2024: un ciclo de cambios que ya arrancó

La próxima cita olímpica será en París, en 2024, lo que significa que los atletas y Fevepesas tienen solo 3 años para prepararse. A juicio de Juan José Sayago y Eumar Esaá todavía es difícil pronosticar lo que sucederá en la capital francesa. «Está Robeilys Peinado, quien es muy joven y le queda un ciclo más. Yulimar también es muy joven. En las pesas, la atleta del futuro es Katherine Echendía. Pero como hay tanta movilidad en la halterofilia y tanto trabajo de base no se sabe quién saldrá», comenta Esaá.

Seijas está al tanto de la proximidad de estos juegos. «En diciembre comienza la clasificación, ya nos estamos preparando para eso», comenta.

El inconveniente para el ciclo que ya se avecina es, según Riquelme,  la falta de presupuesto. Explica que para estos juegos olímpicos la clasificación será distinta. Antes solo se iba a dos mundiales previos a los juegos y el equipo completo sumaba puntos. Pero ahora, cambiaron la clasificación para que los atletas fueran de manera individual, mínimo, a 5 o 6 competencias.

«La federación internacional decidió que tendrían que obtener una marca de oro y plata en esos 5 eventos para ser considerados. El cambio se hizo para evitar el tema del dopaje, porque hay muchos casos y se han buscado alternativas», señala. La dificultad es notoria y el inconveniente es evidente: para poder ir a esos 5 eventos se necesita el apoyo del Estado porque Fevepesas.

«Fevepesas necesita el apoyo económico del Ministerio de Deporte para poder ir a París. Se necesitan mejoras en los gimnasios; es difícil, sí. Pero las pesas lo van a lograr y vamos a ver resultados como los Tokio 2020. Creo que el ímpetu de estos chicos impulsará que obtengamos el oro en los próximos juegos. A pesar de todo», concluye.