La decisión de rehusarse a disputar el segundo choque de la final de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) habría generado graves consecuencias para Leones del Caracas.
En un principio, el equipo melenudo pidió que se suspendiera el segundo capítulo de la serie ante Cardenales de Lara el pasado 23 de enero, debido a la serie de protestas que hubo ese día en contra de Nicolás Maduro en gran parte del país.
«Mis compañeros, el cuerpo técnico y yo nos reunimos temprano para analizar la situación sobre el juego de hoy (miércoles) y decidimos, por respeto a Venezuela, no salir a jugar», expresó Jesús Guzmán, primera base de Leones, en una publicación en Instagram, la cual fue borrada.
Jugadores y directivos de las dos novenas se reunieron con la directiva de la LVBP para decidir si el encuentro se iba a disputar. De acuerdo con el periodista venezolano Iván González, comenzó a circular una información que indicaba la posibilidad de que los peloteros que se negaran a jugar podrían terminar en prisión.
“Luego de la reunión con los directivos de la liga, si Leones no decidía jugar esa noche, le habrían pasado dos cosas: perder por forfait o incluso parar en la cárcel”, afirmó González en exclusiva para El Nacional.
El periodista, quien reservó el nombre de sus fuentes, reveló que la amenaza no se le hizo directamente a los involucrados del Caracas. Comentó que se trata de una forma de presionar a los equipos para obligarlos a que cumplan con “ciertos requerimientos”, en vista de que en la liga “hay mucho hermetismo”.
“Todo esto me lo cuentan personas que están ligadas al beisbol, a la liga y a los equipos. A mi juicio, es una manera muy torpe de presionar a un grupo de personas para que jueguen”, consideró. “Lo delicado es que se trate de obligar a alguien a través de una amenaza como esa”, agregó.
González infirió que la compañía estatal Petróleos de Venezuela, al ser el principal patrocinante de la LVBP, también habría influído en la situación.
Además, Estados Unidos le pidió a los ciudadanos estadounidenses que viven en territorio venezolano que «consideren seriamente» abandonar el país por medidas de seguridad, después de que Maduro rompiera relaciones con Washington, en respuesta al reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino. Por ende, varios peloteros importados del combinado capitalino tomaron la decisión de marcharse de Venezuela.
“Esto también coincide con un comunicado que publicó la MLB por medio de John Blundell, su jefe de relaciones públicas, en el que sugiere a los jugadores estadounidenses en Venezuela que regresen a su país”, indicó González.
Más allá de las presuntas amenazas, el combinado capitalino se halla en una situación complicada. No solo porque deberá afrontar el resto de la final sin sus importados, sino también porque Cardenales se encuentra a un juego de barrer la serie y conquistar el título.