El derecho Pedro Ávila, quien era prospecto de los Padres y llegó a las Grandes Ligas por primera vez en 2019, se mantendrá con San Diego, al firmar un contrato de un año solo 48 horas después de haber sido dejado en libertad por ese mismo equipo.
El caraqueño fue removido del roster de 40 y designado para asignación la semana pasada, y finalmente pasó al mercado de agentes libres el lunes en la noche, al no recibir una oferta de arbitraje por su organización.
Una sucesión de lesiones forzó este desvío en el camino de quien parecía encaminado a pelear por un lugar en la rotación de los californianos en 2020.
Ávila se graduó como bigleaguer el 11 de abril, cuando fue subido para hacer una apertura en la que se lució durante 5.1 innings. Allí aisló cuatro hits y solamente una carrera.
Un viacrucis
Fue bajado después de eso, pues se trataba de un inicio de emergencia para los religiosos. Casi de inmediato, comenzó un viacrucis de lesiones que terminó en el quirófano.
Únicamente apareció en siete choques en las Ligas Menores en toda la campaña y en agosto finalmente fue sometido a la Cirugía Tommy John, al necesitar una reconstrucción del codo diestro.
Los Padres se ahorrarán algunos cientos de miles de dólares con la medida. Como Ávila está lastimado, habría sido colocado forzosamente en la lista de lesionados de la gran carpa al finalizar el Spring Training, lo que le iba a permitir acumular un año de servicio y recibir salario mínimo de la MLB, sin jugar.
Ahora cobrará salario de ligamenorista, mientras se rehabilita el codo los próximos 10 meses.
Ávila pertenece en la LVBP a los Bravos de Margarita.
El joven nacido hace 22 años debería estar completamente recuperado a finales de 2020, por lo que es improbable que pueda lanzar antes de la justa 2020-2021 de la pelota criolla o el siguiente Spring Training.