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Pasó la tempestad

por Avatar EL NACIONAL WEB

El axioma que reza “los cambios siempre son para mejor” resultó infalible para la directiva de los Navegantes del Magallanes, quienes decidieron realizar un cambio drástico en la dirección del equipo en procura de mejores resultados y estos llegaron uno tras otro.

Apenas una semana le tomó al nuevo timonel Luis Dorante para enrumbar a la nave en el camino victorioso y tan bueno fue el desempeño que hoy por hoy, su novena surcó hasta el segundo peldaño de la tabla de clasificación tras concretar siete victorias al hilo, la última de ellas en condición de visitantes y frente al conjunto que se torna como el más temible de la liga: los Cardenales de Lara.

Bajo el mando de Dorante se recompuso el rendimiento de los lanzadores, quienes se habían tornado como la principal debilidad durante los cinco primeros septenios de campeonato, en los que Magallanes sufrió más bajos que altos.

Durante el periodo que inició el 12 de noviembre y finalizó el domingo 18, los serpentineros mostraron una efectividad colectiva de 2.78, después de tolerar solo 17 carreras limpias en 55 episodios de labor. La cifra dista mucho de las más de cuatro rayitas que aceptaron por cada nueve entradas lanzadas antes de que Dorante tomara el timón.

Incluso, Henderson Álvarez, quien había exhibido un desempeño dubitativo en sus primeros inicios como un integrante de la tripulación se lució en la única apertura que tuvo ante su ex equipo, los Tiburones de La Guaira, al recibir solo una anotación en los seis capítulos que trabajó.

Aunque la actuación del ex grandeliga no fue el único hecho notorio con el que contó el Magallanes en su semana invicta. Pues en la misma, pudieron acabar con el yugo ejercido esta campaña por los Leones del Caracas, luego de someterlos el sábado en Valencia limitándolos a tan solo una carrera y un par de hits. En el desafío el zurdo bigleaguer de los Rangers de Texas, Yohander Méndez, sacó su casta y brilló para adjudicarse su primer triunfo en la LVBP.

Explosión ofensiva. Si bien es cierto que los monticulistas se llevan el crédito principal del exitoso momento por el que atraviesan los turcos; no se puede pasar por alto lo que fue la demostración de poder que realizó el importado Delmon Young junto con la producción del resto de sus compañeros.

El estadounidense, quien por algún pasaje de su carrera tuvo un estatus de estrella en la MLB, se devoró la semana ofensivamente; de tal manera, que su puesto en el roster bucanero estaba peligrando y ahora se torna como el puntal de la alineación.

Young castigó a los lanzadores contrarios en sus más recientes participaciones al conseguir cuatro cuadrangulares, dos de ellos en un mismo juego, además de 11 rayitas remolcadas. Asimismo, ningún otro bateador del circuito disparó más imparables que él en el lapso (13) y su average de .542 lo colocó como el paleador más importante de la galera magallanera.

El jugador de 35 años de edad, que ha fungido como el bateador designado de Dorante, fue el cabecilla de una alineación que se combinó para ligar .317 de average luego de conectar 69 imparables en los 217 turnos que consumieron, contando el primer juego contra los Caribes de Anzoátegui que al final se ganó por forfeit.