La tenista hispanovenezolana Garbiñe Muguruza, exnúmero 1 mundial y campeona de Wimbledon en 2017, fue eliminada en primera ronda del torneo por la belga Greet Minnen por 6-4 y 6-0.
Minnen, número 88 del mundo, necesitó apenas una hora para imponerse a la española, décima raqueta de la ATP. El partido se reanudó el miércoles tras verse interrumpido la víspera al término del primer set por la caída de la noche.
«No me gustó lógicamente jugar la primera ronda así», reconoció Muguruza en rueda de prensa en Wimbledon. «Aunque supongo que no me habrá ayudado» la interrupción «no creo que sea una excusa» para haber perdido el encuentro, añadió.
La nacida en Caracas, de 28 años de edad, ha tenido una carrera muy irregular, marcada por los altibajos. Tras perder en la primera ronda, derramó lágrimas sobre la pista del All England Club londinense.
«Al final yo soy la que más siente el hecho de haber estado jugando muy bien el año pasado y ahora tener dificultades«, explicó. Luego lamentó la «falta de determinación en algunos momentos importantes» de sus últimos partidos.
«Se ha ido acumulando el déficit de no haber cerrado esos partidos», cuando en ocasiones iba dominando, «y eso poco a poco me ha ido afectando«, admitió.
Pone ahora sus esperanzas en la temporada sobre superficie dura, empezando por el Abierto de Estados Unidos a finales de agosto.
«Debo seguir, seguir, seguir, así el tenis siempre lo ha demostrado y ya llegará el momento en que le dé la vuelta», afirmó. Aseguró no tener «tanta preocupación (por las derrotas) porque el trabajo lo estoy haciendo bien».
Reconoció flaquear «más mental que tenísticamente». Y aunque «no he sido la jugadora más estable, le daré la vuelta tarde o temprano porque tengo la certeza de que así es mi tenis», aseguró.
Considerando «no estar tan lejos» de su mejor juego, Muguruza insistió en la necesidad de «encontrar la dinámica» para romper la racha de derrotas y no plantearse cambios «determinantes» en su equipo.