La venezolana Yulimar Rojas, campeona del mundo por cuarta vez consecutiva en el triple salto, destacó tras su éxito en Budapest que siempre es una guerrera que nunca se rinde, como demostró este viernes en una final donde estuvo contra las cuerdas y donde logró el oro en su último intento.
«Todavía no me lo creo. Son cuatro veces, son cuatro títulos de campeona del mundo. Se dice fácil, pero es algo que lleva mucho trabajo, mucha dedicación, mucho sacrificio», destacó Rojas tras su victoria, envuelta en una bandera de Venezuela y con una enorme sonrisa tras el enorme sufrimiento vivido en la final.
Hasta el sexto y último salto, Rojas estaba virtualmente fuera de las medallas. Allí voló a 15,08 metros, lo que le llevó de la octava a la primera posición y le permitió poco después colgarse la medalla de oro.
«Nunca me he dado por vencida, siempre soy una guerrera. Ganar hoy era un objetivo muy grande para mí. No lo he logrado como quería, no he quedado satisfecha del todo con la marca, pero solo el hecho de poder revalidar y poder hacerlo de la forma que lo hice, en el último salto, ya me hace muy feliz», indicó.
«Esto es para todo mi país»
«Me siento orgullosa, plenamente feliz, de haberlo dado todo y de haber revalidado mi título en Budapest», expresó.
Rojas quiso sobre todo dedicar la victoria a su familia y a todo el pueblo venezolano.
«Guau, mi país debe estar muy contento, muy feliz. Mi familia, mi equipo técnico, mi pareja, mi madre, mis hermanos. Tantas personas que de una u otra manera me aúpan y me motivan, y me hacen conseguir cosas como esas.
«Esto me ayuda a seguir trabajando. Esto es para todo mi país, para mi Venezuela querida, a la que represento de la mejor manera, a levantar la bandera con orgullo, Yulimar Rojas es una mujer que se siente orgullosa de poder brindar alegrías como estas a un pueblo tan bonito y un país tan bonito como es Venezuela», se enorgulleció.