Una noche anotadora para James Harden. El de los Rockets encestó 47 puntos en 34 minutos para facilitar el triunfo de su equipo ante los Suns 125-139. Pero esta no fue una explosión cualquiera para la «La Barba». Esta le ubica cuarto en la historia de un ranking muy especial.
Y es que ante los Suns, James se convirtió en el cuarto jugador de la historia con más partidos con 40 o más puntos. Ahora el jugador de los Rockets tiene a tres leyendas delante por superar: Wilt Chamberlain (271), Michael Jordan (173) y Kobe Bryant (122).
«La Barba» completó su exhibición contra Phoenix con 7 asistencias, 6 rebotes, 9 de 19 triples, 15 de 27 tiros de campo y 8 de 9 tiros libres. Además Westbrook ayudó con 30 puntos y entre ambos se combinaron para anotar 77 puntos para su equipo.
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El encuentro
Phoenix Suns no tocan suelo por mucho que se sucedan las derrotas noche tras noche.
James Harden dio un severo correctivo a los de Monty Williams en una noche complicada en la que las bajas de Deandre Ayton y Ricky Rubio condicionaron la rotación y defensa de los locales.
Así, La Barba no tuvo inconveniente en conseguir otra gran actuación con 47 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias y liderar a los Houston Rockets a la victoria por 139 a 125.
Ni Devin Booker (19 puntos) ni Kelly Oubre Jr. fueron suficientes para sobreponerse a la ofensiva de los visitantes que se mostró ligeramente superior a la propia, pero que tras la suma de los cuatro periodos resultó devastadora para los Suns.
Entre Harden y Westbrook se repartieron la anotación de Houston después de un arranque donde Phoenix les puso en aprietos.
Poco a poco, la superioridad de los Rockets se fue haciendo evidente, casi por desgaste.
Así y con el paso de los minutos, Houston encontró en la sucesión de jugadas entre sus dos estrellas el camino hacia el triunfo para sumar su tercera victoria consecutiva.
Los Suns no tuvieron su noche, incapaces de encontrar solución al ofensivo rival. Las bajas les penalizaban enormemente y los recambios naturales como Bridges u Okobo parecían insuficientes.
La defensa individual de Phoenix no era rival para el juego de aclarados que los de D’Antoni planteaban a través de sus estrellas. La gravedad ofensiva rival acabó por pesar más que la esperanza de romper la mala dinámica por parte de los de Williams.
El gran acierto de Houston desde la línea de tres resultó inalcanzable para sus rivales que, pese a llevar un mayor ritmo ofensivo y jugar a una velocidad más alta, eran incapaces de igualar su impacto ofensivo.
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