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«Ni sabía que Messi iba a jugar aquí»: en Brasil reina el desinterés por la Copa América

Por AFP
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«¡Cómo! ¿Messi va a jugar en la Copa América de Brasil?». Paulo Torres desvió la mirada del volante por unos segundos. A unas cuadras de su casa, en el estadio Olímpico Nilton Santos de Rio de Janeiro, el astro argentino estaba por pegarle a la pelota y él no se había enterado.

La desconexión de este conductor de una plataforma de transporte con la Copa América-2021 dista de ser aislada. Muchos brasileños no saben que el torneo de selecciones más antiguo del mundo se está disputando en su territorio.

A otros los tiene sin cuidado que la Seleçao de Neymar sea la favorita para ganar el bicampeonato, tras la victoria en la edición de 2019, también en Brasil. Tampoco les interasa que en su suelo se vayan a encontrar figuras mundiales como Messi, Sergio Agüero, Arturo Vidal, Luis Suárez o Edinson Cavani.

Algunos atribuyen el desinterés a falta de información, a un desenamoramiento con la selección nacional o a la situación pandémica, que avanza hacia el medio millón de muertos por el coronavirus.

«Ni sabía que había juego ni sabía que Messi iba a jugar aquí. ¡Caramba! Muy loco, ¿no?», dice Torres, de 39 años de edad, observando el Nilton Santos, donde la Albiceleste debutó con empate 1-1 ante Chile el lunes.

Torres se crió y vive en el barrio Engenho de Dentro, hogar del estadio del Botafogo y donde Usain Bolt protagonizó el histórico triple-triple en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro-2016.

Aunque pasa los días transportando personas por Rio, una de las cuatro sedes junto a Brasilia, Goiania y Cuiabá, asegura que nunca vio publicidad de la Copa. Apenas escuchó en las noticias los murmullos de boicot de los jugadores contra el torneo, que debió disputarse el año pasado en Argentina y Colombia.

 «Torneo paisaje»

Con los retiros de ambos países, Brasil aceptó albergar la Copa América a dos semanas del pitazo inicial y con el apoyo del presidente Jair Bolsonaro, uno de los líderes más cuestionados por el manejo de la emergencia sanitaria.

El técnico de la Canarinha, Tite, consideró desastrosa la organización de la Copa América, que se juega sin público. El plantel en pleno de Brasil, otros entrenadores y varios futbolistas de otras selecciones suramericanas también cuestionaron el evento.

«Siempre amé ver los juegos de la selección brasileña, siempre paré de trabajar para ver a la selección, pero hoy no me interesa», confiesa Torres.

«Romario, Ronaldinho Gaúcho, Ronaldo Fenómeno, Cafú, Roberto Carlos, aquella camada de jugadores te animaba, daba gusto verlos jugar. Hoy vemos un montón de jugadores que tienen algún talento, pero que están enfocados en el dinero y no en jugar a la pelota», apunta.

Brasil venció 3-0 a la diezmada Venezuela, con más de una decena de bajas por covid-19 y lesiones, en la inauguración del torneo el domingo en Brasilia. Fue el comienzo de la cuarta Copa América en seis años.

El partido, transmitido en señal abierta, registró la peor audiencia de un estreno de Brasil en el torneo sudamericano, según la firma Ibope. Los televidentes brasileños prefirieron un programa de telerrealidad musical que el debut de su Seleçao.

«Están organizando Copa América cada año, cada dos años, y eso hace que se pierda el interés y la novedad, porque lo interesante de la Copa América es que se celebre cada cuatro años. Así hay una expectativa», explica a AFP Carolina Jaramillo, directora de la firma de mercadeo deportivo Score Sports, con sede en Bogotá.

«Ya empieza a volverse en un torneo paisaje, incluso selecciones lo están tomando de fogueo», añadió.

«Sin calor humano no es lo mismo»

Con el veto al público, son extraños los casos de quienes viajaron para acompañar a sus selecciones. En la capital brasileña fue difícil encontrar hinchas en las calles viendo el estreno brasileño.

Henrique Chavari fue uno de los pocos que salió de casa en Brasilia para apoyar, desde un bar, a los hombres de Tite.

«En estos momentos se disputa la Eurocopa con público, porque en Europa la vacunación está adelantada entonces es una situación distinta. Aquí tenemos que ver la Copa América  por televisión, no es la misma cosa, no se puede comparar, sin el calor humano no es lo mismo. Pero es lo que tenemos, vamos a apoyar a la selección, ¡Vamos, Brasil’!», dijo este hombre, de 38 años.

En distintos barrios de Rio o Sao Paulo suelen escucharse los gritos de festejo cuando un club de la ciudad anota. Pero en los tantos de Marquinhos, Neymar y Gabigol contra la Vinotinto hubo silencio.

Hace años que el fervor por la Canarinha viene en descenso. En la edición anterior de la Copa América, disputada en Brasil en 2019, hubo un desencanto similar.

Aquella vez pulularon los estadios a medio llenar y en los bares y medios la atención se centró en el desempeño de las Canarinhas en el Mundial femenino de Francia. Dos años después, los brasileños vuelven a mirar hacia otro lado.

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