La ida de la semifinal de la Liga de Campeones el miércoles será el escenario en el que se den cita dos virtuosos directores de orquesta en busca de una plaza para el PSG y el Manchester City en la final, Neymar y Kevin de Bruyne.
Ambos jugadores solo se han enfrentado tres veces, y la última fue un duro golpe para el brasileño.
«El momento más triste de mi carrera», declaró incluso Neymar tras la derrota de Brasil frente a Bélgica en cuartos de final de la Copa del Mundo 2018 (2-1), con dos goles «100% City»: el primero, en propia puerta de Fernandinho, y el segundo de un disparo preciso y potente de De Bruyne.
En partidos de clubes, los resultados son más equilibrados, con una victoria para cada uno y con protagonismo de ambos en el marcador: 4-0 con un gol de Neymar en fase de grupos de la «Champions» en 2016, y 3-1 con una realización de De Bruyne en la vuelta.
El miércoles, el reencuentro de las dos superestrellas servirá también para justificar sus estatus respectivos: Neymar sigue siendo el traspaso más caro de la historia (el Barça se embolsó 222 millones de euros con su venta al PSG en 2017) y el belga es el jugador mejor pagado de la Premier League.
En París, la epopeya de la «Final a 8» de Lisboa la temporada pasada asentó el rol de Neymar en el PSG, donde sus numerosas ausencias (lesiones, suspensiones) y sus coqueteos con el Barça en 2019, le habían impedido asentarse desde su llegada.
La final que el PSG perdió contra el Bayern de Múnich (1-0) fue una nueva prueba que Neymar superó con éxito tras la eliminación de los bávaros en cuartos de final este año.
La admiración de Schweinsteiger
Y eso que el «10» brasileño no pudo marcar tras estrellar tres balones a los palos durante la derrota 1-0 en el partido de vuelta contra el Bayern.
En el partido de ida (victoria del PSG 3-2), sin embargo, la actuación de Neymar se coronó con una precisa asistencia de gol desde 40 metros para Marquinhos.
«Una de las mejores asistencias que haya visto en mucho tiempo», escribió entusiasmado el ex jugador del Bayern, Bastien Schweinsteiger, en Twitter.
Con los rumores de futuro centrados en su compañero de ataque, Kylian Mbappé, Neymar parece bien asentado en el equipo de la capital francesa y todo parece indicar que prolongará un contrato que expira en 2022.
«¿Si me quedo en el PSG? Ese ya no es el tema. Es evidente que me siento muy bien, como en casa, en el París Saint-Germain», declaró ante los micrófonos de la televisión brasileña tras la clasificación para las semifinales.
Kevin de Bruyne, por su parte, ya firmó un nuevo contrato XXL hasta 2025: recibirá 83,2 millones de libras (115 millones de dólares) durante 4 años, lo que le convierten en el jugador mejor pagado de la Premier League.
¿Duelo también en el Balón de Oro?
A sus 29 años de edad, el exquisito pelirrojo belga se encuentra en lo más alto de su carrera como futbolista, y busca (como Neymar), una primera «Champions» para su club.
Las rotaciones de Pep Guardiola y sus problemas físicos han reducido la participación de De Bruyne a 36 de los 53 Neymarpartidos del City, esta temporada, pero sus 8 goles y 17 asistencias fueron decisivas para su club.
Por ejemplo en la «Champions», donde solo ha jugado la mitad de los partidos del equipo (5 de 10), marcó dos goles y dio dos asistencias. Enfrente, Neymar lleva 6 goles (todos en fase de grupo) y 3 asistencias en 7 partidos.
El brasileño, decisivo en momentos clave de la primera fase de la Liga de Campeones, como el doblete a domicilio para ganar al Manchester United (3-1), sus participaciones en el campeonato nacional francés son más irregulares: expulsado por doble amarilla en abril contra el Lille, el sábado contra Metz pasó desapercibido en la victoria de los suyos, dejando el protagonismo a Mbappé (dos goles).
Al contrario de De Bruyne, que no ‘escoge’ nunca sus partidos, se muestra humilde pero comprometido y dirige su agresividad a la victoria y el resultado.
Con la final de la «Champions» a la vuelta de la esquina; y la Copa América y la Eurocopa de naciones después, las próximas semanas podrían tener un peso determinante en la carrera por el Balón de Oro.