El español Rafael Nadal superó este martes en cinco sets al joven canadiense Denis Shapovalov y se clasificó para las semifinales del Abierto de Australia, en el que aspira a conseguir el récord masculino de 21 Grand Slams.
En su retorno a un gran torneo luego de meses lesionado, Nadal batió en cuartos al número 14 del cuadro por 6-3, 6-4, 4-6, 3-6, 6-3, en 4 horas y 8 minutos en la pista Rod Laver. Ahora, Nadal se enfrentará en semifinales del Abierto al italiano Matteo Berrettini o al francés Gael Monfils.
«Fue muy duro hoy. Honestamente, no me había entrenado para esto», aseguró el balear desde la pista del Melbourne Park. «Denis estaba jugando genial. Es muy talentoso, muy agresivo y estaba sirviendo enormemente. Es increíble estar en semifinales», añadió Nadal después del partido.
El español comenzó el juego dominando, rompiendo el servicio a Shapovalov en los compases iniciales, y adjudicándose el primer set en 39 minutos.
Aunque le costó más trabajo, la ronda parecía resuelta cuando se llevó el segundo set al cabo de otra hora ante la desesperación de Shapovalov, verdugo en la anterior ronda del campeón olímpico Alexander Zverev, que se quejó varias veces al árbitro por el largo tiempo empleado por Nadal entre saque y saque.
Molesto Shapovalov
En una discusión a distancia con el árbitro, Shapovalov le llegó a calificar de «corrupto» por no decir nada a Nadal por superar el tiempo entre los puntos.
El mallorquín, que tenía el servicio, se aproximó entonces a la red para preguntar a su rival en qué no estaba de acuerdo. Tras una breve explicación, el juego se retomó, sin grandes cambios.
Pero entonces, problemas estomacales del español y su imprecisión en el saque, 11 dobles faltas en el partido, dieron vida al canadiense que, zurdo como Nadal, empezó a encadenar golpes ganadores para llevarse los siguientes dos sets.
Tras un paso por los vestuarios antes del set definitivo para resolver sus problemas físicos, Nadal recuperó el ritmo del juego. Aun sufriendo ante el combativo jugador canadiense, se puso con una ventaja de 3-0 que ya sería insalvable para su rival.
«Empecé a no sentirme bien del estómago. Comprobaron si todo estaba bien. Me tomé unas pastillas para tratar de mejorar», afirmó el balear.
Nadal, que hace apenas dos meses ni siquiera sabía si podría estar en Melbourne, se encuentra a solo dos victorias de obtener el récord de 21 Grand Slams y romper el triple empate con el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic.
Este año, los organizadores decidieron que las dos semifinales masculinas se disputen el viernes, antes los que se habían clasificado el martes se enfrentaban el jueves. Eso da a Nadal dos días en vez de uno para descansar y prepararse para el siguiente partido.
«Dos días son muy importantes, ¡ya no tengo 21 años!», sonrió.