El británico Cal Crutchlow (Yamaha YZR M 1) se adjudicó la victoria en el Gran Premio de Argentina de MotoGP que se disputó en el circuito de Termas de Río Hondo y que estuvo plagada de incidentes desde la primera hasta la última vuelta y en la que Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) fue sancionado en tres ocasiones.
Si hasta ese momento todo había transcurrido con normalidad con la victoria de los italianos Marco Bezzecchi (KTM), en Moto3, y Mattia Pasini (Kalex), en Moto2, cuando llegó la carrera de MotoGP todo se enturbió desde el principio.
Primero, con la decisión de Dirección de Carrera de penalizar a todos los corredores menos el australiano Jack Miller (Honda RC 213 V) por abandonar la formación de salida, y después por las hasta tres sanciones impuestas a Márquez.
La primera de ellas le llegó en la misma formación de salida, pues su Repsol Honda se paró y tuvo que arrancar la misma «al empujón», algo que podía hacer, pero se equivocó al subirse a la moto y circular en dirección contraria al sentido de la carrera. De haber echado hacia atrás la moto hasta su posición de partida, no habría sido penalizado.
Y esa penalización con un paso por la calle de talleres fue la que trastocó por completo los planes de Márquez, quien cumplió con la penalización pero regresó a la pista completamente «desmelenado», pues en su afán de recuperar terreno lo más rápidamente posible rozó los límites de la legalidad y la conducta deportiva en más de una ocasión.
Su agresiva remontada le llevó a realizar adelantamientos realmente al límite, como el que protagonizó con Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP), quien se saldó con un buen susto y la primera sanción de perder una posición, pero como cuando Dirección de Carrera se la notificó en pista ya había adelantado a varios pilotos más, la misma no supuso una gran pérdida y Márquez apenas tuvo que dejar pasar al japonés Takaaki Nakagami (Honda RC 213 V) para volver a adelantarlo poco después.
Su desaforada remontada continuó con la maestría y eficacia habitual en Márquez, pero también con la inefable premisa de «vale casi todo», y así fue como llegó hasta Valentino Rossi y, aunque rodaba casi medio segundo más rápido que él, se equivocó en el momento de adelantarlo y forzó un nuevo: garrafal error que acabó con el italiano por los suelos tras pisar la hierba.
La remontada de Márquez continuó, pues marcó la vuelta rápida de carrera en el vigésimo segundo giro, pero todos sabían que habría nueva sanción y habría que esperar la misma. 30 segundos que le hicieron pasar de la quinta -tras adelantar «in extremis» a Maverick Viñales- hasta la decimoctava plaza.
Paradojas de la competición: justo por delante de Valentino Rossi (19°), cuyo «asesor deportivo», su íntimo amigo de toda la vida, Uccio Salucci, le negó el paso a su taller tanto a Marc como al representante de Honda, Alberto Puig, y el representante del piloto, Emilio Alzamora, cuando quisieron pedir disculpas al campeón italiano.
Así la carrera tuvo dos focos claros de interés: uno, el que generó con su remontada y los traspiés inherentes a ella, y otro por la victoria, que se decantó del lado del veterano británico Cal Crutchlow frente a los menos avezados Johann Zarco (Yamaha YZR M 1) y Alex Rins (Suzuki GSX RR).
El italiano Mattia Pasini (Kalex) se adjudicó la victoria en Moto2 y con ello se puso líder de la clasificación provisional del mundial, después de defender su primera posición hasta el último metro de los ataques de sus compañeros de escapada: el español Xavier Vierge (Kalex) y el portugués Miguel Oliveira (KTM).
El italiano Marco Bezzecchi (KTM) estrenó su palmarés deportivo mundialista con una victoria en solitario en Moto3 y en el podio le acompañaron el español Arón Canet (Honda), nuevo líder del mundial con cuarenta puntos, diez más que Jorge Martín (Honda), que equivocó su estrategia y acabó undécimo, y el también italiano Fabio di Giannantonio (Honda).