El portugués Miguel Oliveira (KTM) ganó este domingo el Gran Premio de Cataluña de MotoGP, en el circuito de Montmeló, por delante del francés Johann Zarco (Ducati).
El australiano Jack Miller (Ducati) completó el podio de esta séptima manga del campeonato del mundo de la categoría reina del motociclismo, que lidera el francés Fabio Quartararo (Yamaha), que llegó tercero, pero fue sancionado con tres segundos, perdió una plaza y se quedó cuarto.
Segundo en la clasificación del mundial, Zarco se pone a 17 puntos Quartararo en este duelo francés inédito por el liderato del campeonato, del que se puso tercero Miller, adelantando a su compañero de Ducati, el italiano Francesco Bagnaia, que sólo pudo ser séptimo este domingo.
El vigente campeón, el español Joan Mir (Suzuki), que salió de la 10ª posición, acabó 5º, mientras que las leyendas Marc Márquez (Honda) y Valentino Rossi (Yamaha-SRT) abandonaron tras sendas caídas.
«No tengo palabras, ha sido una de mis mejores carreras», reaccionó Oliveira, que ganó, a sus 26 años, su tercer GP en la categoría reina y ahora es 7º en el mundial.
«Todo fue difícil, entre gestionar los neumáticos y a Fabio (Quartararo) que me presionaba mucho, que me adelantó, al que logré adelantar de nuevo… Ha sido una carrera perfecta, no podré nunca agradecer bastante a KTM haberme dado una moto tan buena», añadió Oliveira, segundo en Italia la pasada semana.
Zarco se declaró «muy contento» de haber «mantenido el control» a lo largo de la carrera.
«En las últimas dos vueltas tuve suerte porque Fabio parece que tuvo un problema, no sé muy bien qué, así que pude ponerme segundo y tratar de alcanzar a Miguel, pero controlaba bien la carrera», añadió Zarco, de 30 años.
Partiendo de la pole, pero adelantado en la salida, Quartararo estaba en la lucha por la victoria cuando tuvo un problema, quitándose o perdiendo su protección pectoral, según las imágenes de televisión.
El piloto, de 22 años, acabó a carrera con el mono abierto. Desestabilizado y perdiendo velocidad, fue adelantado por Zarco y tuvo que recortar en una curva, por lo que fue sancionado.
Unas 24.000 personas, un 20% de la capacidad total del circuito de Cataluña, pudieron ver la carrera, en lo que fue toda una novedad esta temporada, que alegró a los pilotos.
«Fue increíble tener público este fin de semana, es como una vuelta a la normalidad», afirmó Oliveira antes de subir al podio.